Los pacientes que se deprimen clínicamente después de un
ataque al corazón estarían en riesgo de sufrir más problemas cardíacos.
Groningen (Holanda).- Un estudio holandés revela que la
depresión después de un infarto es señal de advertencia de futuros problemas
cardíacos, sólo si es la primera vez que el paciente se deprime clínicamente.
Los descubrimientos del nuevo estudio se publican en la
revista “Journal of the American College of Cardiology”. Los investigadores
observaron que la incidencia de eventos cardíacos subsecuentes al infarto fue
más alta en quienes les diagnosticaron depresión, pero el aumento se concentró
entre los pacientes que no estaban deprimidos antes de sufrir el infarto.
La incidencia de efectos adversos para estos pacientes fue
65% más alta que para los pacientes sin depresión. En contraste, la incidencia
de eventos cardíacos fue sólo 12% más alta en pacientes deprimidos que ya
estaban deprimidos antes de sufrir el infarto.
La asociación entre enfermedad coronaria y depresión fue
evaluada y es estimada en valores que alcanzan el 19%, ambas son enfermedades altamente
prevalentes, responsables de una disminución significativa en la calidad de
vida.
Así la depresión como entidad propia, mas de forma indirecta
por la interacción con otras variables psicosociales, tiene un impacto negativo
en la evolución de la enfermedad cardiaca comprometiendo la calidad de vida del
enfermo. Otra razón más para no dejar de tratar de forma adecuada a este tipo
de pacientes es que los enfermos infartados y deprimidos presentan menor
adherencia al tratamiento que los que no lo están, lo cual implica que el
cumplimiento de su terapia cardioprotectora, antiagregante, hipolipemiante,
etc. se verá afectada lo que comprometerá el pronóstico de estos pacientes.
Bibliografía:
Thombs BD,
Bass EB, Ford DE. y col. Prevalence of depression in survivor of acute
myocardial infarction. J Gen Intern Med 2006 Jan; 21(supl 1) 30:8.
Ruo B,
Rumsfeld JS, Hlatky MA, Liu H, Browner WS, Whooley Ma. Depressive symptoms and health
– related quality of life: the heart and Soul Study, JAMA 2003, 290 (supl 2):
215-221.
Sorensen C, Brandes
A, hendricks O. y col. Depresión
assessed over 1-year survival in patients with myocardial infarction. Acta
Psychiatr Scand, 2006 Apr, 113(supl 4): 290-7.
Van Melle
JP, De Jonge P, Kuyper AM y col. Prediction of dressive disorder following myocardial infarction data from the myocardial
infarction and drepssiveintervention trial. Int J Cardiol 2005 jul 4, [Epub
ahead of print].
Grace SL,
Abbey SE, Kapral MK y col. Effect of depression on five years mortality alter
an acute coronary síndrome. Am j cardiol, 2005 Nov, 96(supl 9):1179-85.