Independientemente de su calidad, de su acierto, de su moralidad o inmoralidad,
de su oportunismo, o de su valor evangelizador para la seguridad en
carretera... no me he resistido a acercaros esta ¿campaña?, porque creo que es
una buena muestra de cómo la realidad puede ser una fuente inagotable de
ideas para la creatividad publicitaria.
Otra cosa cómo los creativos 'gestionen' dichas ideas.
En el caso que hoy nos ocupa a mí, particularmente, me da la sensación de que
se han pasado de frenada cuatro pueblos... ¿Qué
opináis?.