Cuando se vive la pasión de las campañas presidenciales en medio de una
sociedad mediática, la primera víctima es la verdad. Miente, miente que algo
queda, parece ser el prisma que se aplica como normal en las disputas de poder.
En medio del sistema binominal, las dos coaliciones oficiales se ven cómodas,
ya que se reparten el poder, mientras por fuera del sistema aparecen los
candidatos alternativos queriendo parte del queso. Pero es en la etapa de
nominación o competencia interna cuando los candidatos tienen que jugarse por
entero y resistir los embates de los adversarios de su misma tienda. Allí, con
o sin primarias, se juega el éxito de una candidatura, ya que si se logra
quedar en la cartilla es muy probable salir elegido, pues es muy difícil que el
adversario doble como para sacar sus dos candidatos. La industria de las
encuestas se hace el pino, capitalizando la obsesión del marketing político,
por lograr señales de cómo van los candidatos.
¿Se puede confiar en las encuestas? No son acaso una forma astuta de influir
en las masas, planteando señales para orientar el voto de los que “no quieren
perder su voto”, con apreciaciones estadísticas que son apenas chispazos para
alumbrarse en medio de la incertidumbre. 5 millones de votantes jóvenes,
inscritos automáticamente, deben ejercer el derecho a voto voluntario. Y se les
quiere vender imágenes prefabricadas, sin llegar a transparentar lo que de
verdad es, piensa y cree cada candidato. Los debates abiertos ayudan a esto,
pero cuando se blinda al o la candidata cuidando que no hable de nada, en el
fondo se quiere cuidar el “capital político” de una imagen, resultado de
percepciones absolutamente subjetivas, que se han medido por las aparentemente
infalibles encuestas.
En ese sentido, sería un trabajo para el periodismo
independiente romper mitos urbanos y con ello ayudar a que las decisiones
ciudadanas sean más ajustadas a la verdad, sin omitir aspectos claves que
demuestran a quién sirve el candidato y con qué ideas se compromete. Más allá
de la etiqueta simplona de izquierdas o derechas, trate Ud. de llenar con sus
propias evidencias el perfil de su candidato o candidata.
Le propongo el siguiente ejercicio. En la columna izquierda está el
nombre del candidato, hacia la derecha cómo percibo su actuación o voluntad en
los temas que más interesan, atreviéndome a fijar una síntesis de su
pensamiento y de cómo se le percibe históricamente, frente a los distintos
temas.
Candidato
Estado
Economía
Delincuencia
Educación
Aborto
Michelle Bachelet
Asistencialista
Favoreció
a Grupos Internacionales
Garantista,
mano blanda.
Sin
cambios, sólo retórica.
Un derecho
de la mujer
Laurence Golborne
Subsidiario
Crecimiento
a través de Grandes Corporaciones
Endurecer
las penas. Licitar más cárceles
Un área
para la inversión privada
Sólo
Terapéutico
Andrés Allamand
Efectivo y
Fuerte en Defensa
Mixta con
acento en Fiscalización y Seguridad.
Organizar
a la comunidad para recuperar espacios públicos
Asegurar
acceso y becas a mejores puntajes
Sólo
Terapéutico
Andrés Velasco
Cuentas
Públicas Ordenadas
Conservador
en manejo de superávit
No
consideró prioridad invertir en el área
Un área de
negocios, donde lo que importa es la calidad.
Sólo
Terapéutico
Franco Parisi
Eficaz en
poner fin a concentración de la riqueza
Favorecer
el Emprendimiento y terminar con la Usura.
Meter a la
cárcel a delincuentes económicos.
Fortalecer
Educación Pública
Sólo
terapéutico
MEO
Estado
Empresario
Ir a una
efectiva reforma tributaria
Recuperar
tejido social en los barrios..
Educación
gratuita para los buenos estudiantes
Derecho de
la Mujer
Marcel Claude
Recupere
riquezas básicas
Cambiar de
fondo la Constitución Política
Aumentar
penas a delitos de cuello y corbata.
Educación
gratuita con reforma tributaria.
Sólo
Terapéutico
Claudio Orrego
Subsidiario
y Regulador
Mantener
reglas del juego a inversionistas privados.
Mejorar
Reforma Procesal Penal
Educación
de Calidad, pero con entidades privadas.
Prohibido,
terapéutico por decisión médica
El corolario de este ejercicio es que si Ud. nunca ha ejercido su sufragio,
lo haga ahora conscientemente, sin comprar buzones, sin mensajes superficiales
o sensibleros. Ejerza su libertad: no se abstenga, Vote, pero forme su opinión
y chequee lo que dice, lo que ha hecho y lo que es cada candidato. Buena
suerte.