Un país para pijos

La diputada del PP Beatriz Escudero sigue con su cruzada de hacernos ver que el aborto es un asunto de pobres e incultos. "Guste o no guste las mujeres que más abortan son las que menos formación tienen", dice. Claro, por eso las mujeres que hace años se tenían que ir a Londres lo hacían a cargo de la sanidad británica, que las venía a recoger en avión y las alojaba en un cómodo hospital hasta que las devolvía a casa, Porque las mejapijas cultas no abortaban, aquello era un asunto de la chusma, que se entregaba al desorden espiritual y la vida desenfrenada, que imponía el bajo nivel cultural, y ¡Zas!, embarazo que te viene, por culpa de la inconsciencia del bajo nivel educativo. Pobrecitas las mujeres que, no teniendo la posibilidad de una buena educación, preferiblemente en colegio de monjas, se encuentran abocadas a embarazos no deseados y, lo que es peor, a las presiones de una sociedad amoral que las convierte en estandartes de su maldad proabortista. Gallardón estará encantado con esta diputada segoviana, Juana de Arco de la maternidad a toda costa, defensora del sexo culto y procreador.

 

. "Guste o no guste las mujeres que más abortan son las que menos formación tienen", dice. Claro, por eso las mujeres que hace años se tenían que ir a Londres lo hacían a cargo de la sanidad británica, que las venía a recoger en avión y las alojaba en un cómodo hospital hasta que las devolvía a casa, Porque las mejapijas cultas no abortaban, aquello era un asunto de la chusma, que se entregaba al desorden espiritual y la vida desenfrenada, que imponía el bajo nivel cultural, y ¡Zas!, embarazo que te viene, por culpa de la inconsciencia del bajo nivel educativo. Pobrecitas las mujeres que, no teniendo la posibilidad de una buena educación, preferiblemente en colegio de monjas, se encuentran abocadas a embarazos no deseados y, lo que es peor, a las presiones de una sociedad amoral que las convierte en estandartes de su maldad proabortista. Gallardón estará encantado con esta diputada segoviana, Juana de Arco de la maternidad a toda costa, defensora del sexo culto y procreador.
            En este mapa de país pijo y educado por un lado, y país con la instrucción justa para ser la mano de obra barata de los pijos, que está dibujando el Partido Popular, no sabemos qué habrá pasado por la culta cabeza de Beatriz Escudero cuando su ministro, y digo el suyo, de Educación José Ignacio Wert, diseña un sistema educativo que sintéticamente se reduce a si tienes dinero podrás tener una buena educación y si no lo tienes pasarás a formar parte, si eres mujer, de las que están en alto riesgo de tener que abortar. Como ven todo encaja: a la clientela pija del PP no les afecta la Reforma Laboral porque ya se encargará papá de buscarles un trabajo, correspondiente al alto nivel de estudios que él ya se habrá encargado de pagarle; a las pijas del PP no les preocupa la contrarreforma de la Ley del aborto de Gallardón porque ellas, con una buena educación, que las pobres no podrán tener, no tiene riesgo de aborto, según la diputada Beatriz Escudero; a los megapijos se les ha visto brindar estos días, porque las universidades van a vaciarse de chusma obrera con pretensiones, así ellos podrán estudiar barato para sus posibles, en una universidad pública, sin molestias; incluso están encantados con la privatización de la sanidad: por fin va a poder tener una habitación para ellos solos si enferman, en un buen hospital (buenos hasta ahora que son públicos, después ya veremos), sin la angustia de tener que compartir habitación, vaya usted a saber con quién.

            Van bien gracias a Mariano Rajoy y su gobierno de pijos para pijos, rumbo hacia el país soñado para todos ellos, aquel que dejó de serlo cuando Franco murió y la chusma se echó a la calle pidiendo democracia. Ya sabían ellos lo que iba a pasar, por eso no han parado hasta destruir todo lo avanzado en estos años. Y están felices de ver cómo volvemos a las antiguas usanzas y jerarquías, cuando el señorito era el señorito y el descamisado un estómago que debía estar agradecido a su generosidad cristiana. Están tan sobraos que entran en la cárcel por chorizos, los pocos que entran, y rápidamente la maquinaria de la judicatura, con el apoyo de la fiscalía, se pone en marcha para sacarlos y acabar con la carrera del juez díscolo. Mientras ustedes y yo rezamos para que no tengamos ningún pleito judicial, gracias a las tasas de Gallardón (otra vez Gallardón), que ha convertido la Justicia en un asunto sólo para pijos, que al igual que la sanidad, la educación, el aborto, la dependencia… etc., empiezan a estar en otra liga, que no es la del común de los mortales.

            En esta tarea ingente de construir un país para pijos que no necesitan cobrar el paro para gastárselo en televisiones de plasma como dijo en las Cortes Valencianas la diputada del PP Pilar Sol; con una creciente mano de obra barata, inculta, insana y proabortista, ahora les toca el turno a los funcionarios. ¿Para qué tantos empleados públicos, si con la décima parte los pijos se apañan? Un estado al servicio de los ricos no necesita tanta burocracia, con descolgar el teléfono y hablar con la persona adecuada ya tienen su problema solucionado, y además, como Hacienda ya nos tiene controlados a todos menos a ellos, que ni pagan ni se espera que lo hagan, cuantos menos caraduras que sólo viven de la sopa boba funcionarial, mejor.

            Esto de Hacienda no es una broma. Una lista cada vez más grande de dirigentes del PP que llevan años cobrando sobresueldos del Partido o de la corrupción extendida como una balsa de aceite por todos los rincones del país que habita la derecha, ha pasado desapercibida a los ojos del Gran Hermano de la Agencia Tributaria, tanto que el ir y venir del dinero de España a Suiza y viceversa, con o sin mafia china, parece ser que ha sido el deporte nacional, por encima de “la roja”, de pijos, mejapijos y ultrapijos. Por no hablar del lamentable “error” de los responsables de la Agencia Tributaria en la venta “fantasma” de propiedades de la infanta Cristina, que por trece veces se ha saltado todos los controles de Hacienda.  

            Vayamos al grano. Si es usted pobre e inculto, y de eso ya se está encargando el PP que así sea, lo mejor es que se apunte a la “movilidad exterior”, que tan sabiamente ha definido la ministra Fátima Baños, si no quiere acabar entrando en el servicio doméstico o de jornalero de cualquier pijo de turno, sin ni siquiera tener la distracción de echar un polvo, por lo menos para pasar el rato gratis, no vaya a ser que debido a su baja formación, se tenga que ver en la tesitura de quedarse embarazada, si es usted mujer, y acabe viéndoselas con el ministro Gallardón y su fiel escudera la diputada Beatriz Escudero.

UNETE



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