Las hazañas con los amigos, los paseos nocturnos en bicicleta, el aroma del mar en verano, el recuerdo del primer beso; todo cocinado en esa época en la que nuestra mayor preocupación era ganar al grupo rival, chapotear como el que más en el agua o no llegar tarde a las peripecias de nuestra pandilla . Héroes (Pau Freixas, 2010), alimenta al niño que todos llevamos dentro gracias a su apuesta por tomar por bandera la nostalgia y melancolía. Auténtica oda a la niñez, esos años que nos marcan para siempre, la ganadora del Premio del Público en el Festival de Málaga, es una película destinada a todo tipo de espectadores, aunque la disfrutarán sobremanera aquellos que se vean reconocidos en las ociosas actividades e incluso en alguna que otra travesura de estos colegas, todo aquél que todavía considere a los ochenta como una de las décadas más enigmáticas e influyentes de nuestra historia reciente. Rodada en catalán y castellano -a algunos les puede desconcertar el hecho de que los propios actores se doblen a sí mismos-, Héroes homenajea a esta época desde el punto de vista cinematográfico, con referencias a los megahits Los Goonies (Richard Donner, 1985), E.T. El extraterrestre (Steven Spielberg) o La historia interminable (Wolfgang Petersen, 1982), y musical, con una estimulante y muy apropiada banda sonora de Alphaville (Forever Young, Big in Japan), Donna Summer (Last Dance) o Umberto Tuzzi (Ti Amo).