Cuantas veces no hemos llegado a un punto donde explotamos y gritamos ¡Trabajo de mierda! ¡Odio mi trabajo! ¡Ya quiero renunciar! es completamente normal y más cuando estás en un trabajo el cual detestas o simplemente ya estás harto de la rutina.
El estrés laboral es más grande de lo que se imaginan, según datos de una página especializada en estudios sociológicos de 78mil personas a las que se les cuestionó acerca de que si en algún momento de su trabajo han querido dejarlo por estrés 75.659 personas afirmaron haber sentido estrés laboral.
Al acostumbrarnos a la vida tan agitada que llevamos, somos muchos lo que ni siquiera nos percatamos del nivel de estrés que llevamos, solemos quitarle importancia al creer que no hay mucho que hacer para combatirlo, ya sea dentro de nuestra vida personal o laboral.
Pero llega un momento donde de plano explotamos y no soportamos más y es cuando uno de plantea tantas interrogantes en nuestra mente entre ellas ¿Esto es lo que en verdad quiero? ¿Esto me hace feliz? ¿En verdad quiero ya estar aquí?.
Al acostumbrarnos al estrés, lo único que logra es que todo el dia estemos con ansiedad, inquietud, nerviosismo, temor o angustia, el problema es que es casi imposible darnos cuenta del problema si no se reflexiona fuertemente sobre esto.
Y sobre todo no podemos dormir dándole vueltas una y otra vez a cosas laborales y hacemos una tormenta en un vaso de agua. Yo viví esta experiencia al estar laborando en un lugar donde ya sentía que estuve el tiempo que tenía que estar y ya estaba sobrado.
Cuando dejas el trabajo por el simpre hecho de que te sentías estresado no pasa nada, no se acaba el mundo, pero igual está bien aprender a sobrellevar el estrés laboral, es sano organizar tus tiempos para también distraerte y dejar un rato la rutina siempre y cuando no afecte el trabajo y por último les dejo como consejo que hagan lo que realmente quieran y los llene como personas asi no sentirás que estás trabajando.