. Tal cual. No les basta con los años de vida que llegarán a tener. Quieren más. Según publica The Sunday Times, Nick Bostrom, Anders Sandberg y Stuart Armstrong están dispuestos a ser preservados en nitrógeno líquido a -196°, con tal de poder volver a la vida en algunos siglos más.Incluso uno de ellos criopreservará solo su cabeza, ya que cree que en el futuro la ciencia podrá otorgarle un nuevo cuerpo o descargar su conciencia en un computador de manera que, desde una especie de máquina pueda seguir viviendo. Tal cual."Mi esperanza es que quizás en 100 o 200 años, la sociedad haya desarrollado las tecnologías para revivirme y curarme de lo que me haya causado la muerte. Me despertaré en un mundo completamente nuevo y eso me parece muy emocionante ", indica Sandberg. La técnica de criopreservación ya ha sido utilizada por un centenar de personas y existe una larga lista de espera. Póngase a la cola.El anhelo de la eterna juventud, de inmortalidad, acompaña al hombre desde siempre. Nadie quiere morirse. Incluso quienes creemos y anhelamos el cielo nos aferramos con uñas y dientes a la tierra. Morir no es fácil. No nos hacemos a la idea de que esta vida es pasajera, de que somos aves de paso; de que algún día cruzaremos ese umbral del cual no hay vuelta posible. Pero es justamente esa consciencia el acicate, estímulo, energía que se inyecta en el alma y nos hace vivir con mayor pasión e ímpetu. Sin la conciencia de precariedad y transitoriedad de que gozamos, no viviríamos con la energía ni el vigor con que lo hacemos.Nos aburriríamos en un mundo como el que sueñan estos tres académicos. La inmortalidad terrena sería una tortura. Esperamos sí una vida definitiva. Incluso los que no creen en el más allá, desean algo parecido a los que sí creen en ella.Lo que sí es cierto es que viviremos más. El desafío ahora es darle calidad y sentido a esos años de vida extra. Se piensa ya en postergar la edad de jubilación. O en buscar nuevas actividades con sentido para la tercera edad. Se habla de una cuarta edad, pasados los 80 años. Nos aventuramos en un espacio y tiempos aún de contornos indefinidos. Como sea, el término de la vida es un insoslayable ante el cual haremos bien en prepararnos con anticipación, todos los días. Solo de esa manera y con esa consciencia se vive y aprovecha mejor el presente. Hugo Tagletwitter: @hugotagle