Se hace difícil pensar en quién será el próximo chivo expiatorio del gobierno que cargue con las culpas por la situación económica, aunque sabemos que puede sorprendernos todavía más. Ciertos voceros, por no decir bocazas, del gobierno, han tenido la osadía de pedir a otros que pidan disculpas por los datos del paro. Tras 15 meses de gobierno y 1,2 millones de parados más, aún están pasando la factura al anterior gobierno. Decididamente seguirán sin madurar y creyendo que la ciudadanía es disminuida mental. Al fin, el problema es de ellos. A nosotros nos compete, ya que el gobierno no lo hace, hacer un análisis lo más preciso de las causas y consecuencias del dato terrorífico que arroja la EPA del primer cuatrimestre e intentar apuntar alguna salida a este marasmo en el que nos han anclado; los unos y los otros. Es falso que la culpa recaiga sobre este o sobre el anterior gobierno, recae sobre las políticas adoptadas desde 1993 para cumplir con el pacto de estabilidad que imponía Maastrich y los requisitos para acceder al euro. Ahora estamos viendo las consecuencias.