La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE)
denunció ayer el creciente acoso que están sufriendo los periodistas en el
ejercicio de su profesión y pidió al Gobierno y a todos los representantes
públicos que se comprometan a facilitar su tarea, en lugar de seguir
poniendo obstáculos que atentan contra los derechos de los ciudadanos y
debilitan la fortaleza de la democracia, de la que la prensa es uno de sus
pilares fundamentales.
En un comunicado tras reunirse su junta directiva para examinar el estado
de la profesión, la FAPE señaló que se ha “constatando el creciente acoso
que están sufriendo los periodistas” y que ese clima de “hostigamiento” tiene
como objetivo “limitar derechos constitucionales a la libertad de expresión
y de información”.
La federación critica las querellas contra medios periodísticos, las ruedas
de prensa sin derecho a preguntas, la reclusión de los periodistas en salas
aisladas para evitar que hagan preguntas, los vídeo-comunicados y las
declaraciones en vídeo-blogs, en Twitter, etc. Con todo ello, según la
FAPE, “los políticos tratan de convertir la información en propaganda”.
Ante esta situación, la federación hace un llamamiento al Gobierno y a
todos los representantes públicos para que se comprometan a facilitar la tarea
de los periodistas en lugar “de seguir poniendo obstáculos que atentan
contra los derechos de los ciudadanos y debilitan la fortaleza de la
democracia”.
“Los periodistas no solo tenemos la obligación de informar a la ciudadanía
de los hechos, también debemos ejercer nuestro papel de control de los poderes
y este papel se ejerce a través de las preguntas que hacemos en nombre de los
ciudadanos”, se señala en el
comunicado.
Por otra parte, el Código
Deontológico de la FAPE subraya que el periodista “deberá
fundamentar las informaciones que difunda, lo que incluye el deber de
contrastar las fuentes y el de dar la oportunidad a la persona afectada de
ofrecer su propia versión de los hechos”.
Por tanto, situar a los periodistas como culpables de difundir información
veraz y de interés general porque no conviene a los intereses de un determinado
partido o de un determinado político, es “equivocarse de objetivo, eludir
las responsabilidades y hacer un flaco favor a las libertades en nuestro país”.
Como ejemplo de lo que denomina “una serie de obstáculos a la tarea de
los periodistas que venimos observando en las últimas semanas”, la FAPE
recuerda la agresión a la periodista Soledad Arroyo, de Antena 3, por los
escoltas de la ministra de Sanidad, Ana Mato, y los miembros de seguridad del
Museo Reina Sofía.
La periodista asistió a
un acto el pasado día 8 de marzo, con motivo del Día Internacional de la
Mujer Trabajadora, en el Museo Reina Sofía, al que acudía la ministra Ana
Mato. Al finalizar el mismo, junto con otros compañeros, intentó acercarse a la
ministra para realizarle varias preguntas. En ese instante, se produjo
un forcejeo con los guardaespaldas de Mato que, al parecer, golpearon
a Soledad Arroyo en la mano, causándole la rotura de la base del radio de la
mano derecha.
La periodista lo contaba en su cuenta de Twitter (@SoledadArroyoTV): “El golpe de los guardaespaldas
de Ana Mato me ha provocado rotura de la base del radio en la mano derecha“.
Previamente, Arroyo ya había dejado este mensaje en la red social: “Brutalidad
contra los periodistas que esperábamos a Ana Mato. Los guardaespaldas me
han golpeado en el estómago contra la pared“.
Tras el incidente, y
según la propia periodista, Ana Mato se puso en contacto con ella para
pedirle disculpas por lo ocurrido.