Antes de nada, una
palabra de solidaridad para con las 280 familias afectadas por el
incendio en Valparaíso. Que este trago amargo se transforme pronto
en tranquilidad y paz. Y una gran felicitación a los voluntarios que
han estado trabajando para ayudarlas. Gracias a Dios, donde hay
dramas humanos siempre ha saltado una mano solidaria, amiga,
fraterna. Signo de que el bien vence al mal; que la tragedia
despierta solidaridad y bien en el corazón de los hombres.
Ojalá que las soluciones
habitacionales que se den signifiquen realmente un bien sustancial
para los mismos vecinos como para toda la comuna. La magnitud de la
tragedia habla de lo apiñados que se encontraban las casas, lo
precario de las construcciones, la escasa seguridad que existía
entre ellas. Hay que agradecer a Dios que la tragedia no haya sido
aún mucho mayor, incluso cobrando vidas humanas.
Ahora, solo cabe hacer
bien las cosas y diseñar un plan de reconstrucción razonable y
seguro. Nuevamente gracias a las decenas de voluntarios que han
regalado tiempo, dinero y energías para socorrer a esas familias.
Continuamos en cuaresma.
Son 40 días en que acompañamos a Jesús en su camino a su pasión,
muerte y, sobre todo, resurrección. Por ello, no es tiempo de
tristezas sino, de reflexión. El cristiano sabe ver la luz al final
del tunel. No hay tragedia ni dolor de lo que no pueda brotar algo
bueno. Desde la resurrección de Cristo, la muerte incluso es un
bien, ya que nos abre a la vida definitiva, la que no pasa. Somos
aves de paso, pasajeros en tránsito. Tenemos solo esta vida para
hacer el bien. La otra, el cielo, será para dar cuentas de ese bien
que hicimos aquí o dejamos de hacer.
Creyentes
o no, a todos nos hace bien vivir una “cuaresma”, vale decir, un
tiempo de introspección, recogimiento, reflexión sobre nuestra vida
y futuro. No deje pasar la oportunidad de meterse un poco en el
corazón y revisar cómo está y para adónde
va. Verá que aprovecha mejor el tiempo presente y le saca más
partido al futuro. “Buscar
a Dios en lo cotidiano, no en la naturaleza, sino en la historia de
la humanidad, en la que irrumpe Jesucristo, es tarea de todo hombre.
En el cristianismo Dios se descubre en el hombre, que es también
Dios y se le percibe en el prójimo y en la sencillez de lo
cotidiano” dijo Benedicto XVI con motivo de la cuaresma.
En
unos días más comienza el festival de Viña. Y en una semana más,
la mayoría de los colegios comienza las clases. El año se nos viene
encima.
Que estos últimos días
de febrero sean de paz y reflexión. Ha sido un mes intenso – con
renuncia del Papa incluida ¡Buen tiempo cuaresmal!