De minifaldas, diputadas y machismo

 

 

. Y mi duda viene a cuento por la inexplicable “gran polémica” que ha causado una diputada de nombre Crystal Tovar, una de las diputadas más jóvenes de la actual legislatura, originaria de Chihuahua y que llegó a su curul por la vía de la representación proporcional. Resulta pues, que la antedicha diputada causó una “gran polémica” por su ¡minifalda! Así, como lo lee, por su ¡minifalda! (Y no, no piense que me he equivocado, escribí dos veces la palabra “minifalda” con signos de admiración en ambas ocasiones) De ese tamaño la estupidez.

Mi padre, un hombre respetable, acosaba mis escasos 5 o 6 años de vida con la lapidaria frase, “la estupidez humana no tiene límites”. Fuera de su crueldad excesiva al dejarme caer esos sablazos de verdad a mi corta edad, el “gordo”, como cariñosamente le llamo, tenía razón, y a lo largo de los años he podido comprobar su dicho una y otra vez. Y el caso de la diputada Tovar ha sido un caso extraordinario, muy ad hoc para comprobar la muy sabia y razonable conclusión de mi señor padre.

Los portales electrónicos que difundieron la noticia de la diputada, cuentan con un espacio de “comentarios”, igual al que debajo de ésta columna usted encontrará, sin embargo, estoy absolutamente seguro que si usted escribe debajo de éstas humildes líneas, no escribirá las mastadónticas estupideces que tuve la desgracia de leer. Aquí algunas:

(Nota: No crea que le falto al respeto con los pecados ortográficos de las siguientes frases, simplemente me he propuesto, por puro amor a la exactitud, a copiar textualmente los comentarios que me encontré. De antemano, una disculpa)

-          “¡¡ESA DIPUTADA NO LEVANTA DED0S, LEVANTA BULTOS EN LOS PANTAL0NES!!!” (sic)

-           “Pss se nota que llegó a diptada por su curriCULUM” (sic)

-           “TIENE BUENA NALGA PERO DUDO QUE TENGA CEREBRO” (sic)

 

Pero de entre toda la galería de comentarios burdos y soeces, hubo uno en particular que llamó mi atención, porque, según se dejaba ver por el nombre y la imagen de quien lo escribió, la autoría pertenece a una mujer:

-          “Pues si se llama CRYSTAL y lleva esas minifaldas al congreso que se supone que es un trabajo serio, que se puede esperar, bien dice mi abuela si te vistes como put@ no esperes que te traten como señorita” (sic)

 

Más allá de lo anecdótico del episodio y lo que desencadenó, el tema que debería llamar nuestra atención se encuentra, no en una prenda, naturalmente, sino en el origen mismo de la “gran polémica”, y es que, ¿qué clase de sociedad es ésta que se escandaliza porque una diputada viste con minifalda? La conclusión es evidente, seguimos siendo una sociedad profundamente conservadora, racista, que discrimina y es reticente a la pluralidad, miope a la novedad y asustadiza a la diferencia. Y, para justificar mi título, somos una sociedad machista. No hay más.

Por lo que toca a la diputada. Que vista como le plazca, pero que legisle, y legisle bien.

UNETE



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