El sufrimiento de la población en nuestro país durante los últimos cuatro
años es semejante, no más, pero tampoco menos, al de cualquier nación inmersa
en una guerra, absurda, como lo son todas las guerras; en la que los inocentes,
al margen de los intereses de los poderosos que inventaron esta guerra como han
inventado la totalidad de las que ha padecido la humanidad, sometidos al terror
inmediato de perder la vida o la de un ser amado, soportamos no sólo el oneroso
costo de la misma, sino que hemos perdido el bien necesariamente tutelado del
hombre. La libertad.
El petróleo, y las reservas bajan; la economía de mal en peor y a manera de
tiro de gracia tenemos que seguir manteniendo el dispendio de los partidos
políticos en su festín de una democracia que sólo existe en el discurso
oficial. Y mientras los mexicanos cada día tenemos menos, los que aún tenemos
algo, Calderón no sabe hablar de otra
cosa que “la fuerza del Estado”
La fuerza del estado radica en la fuerza de sus elementos fundamentales,
léase: ciudadanos, gobernados, residentes, como gusten. No puede haber “fuerza
del estado” cuando los ciudadanos tienen hambre, carencias elementales o
imposibilidad de progreso integral. En pocas palabras no puede haber “fuerza
del estado” cuando se acaba la riqueza. Recuerden a la Unión soviética y
Alemania nazi.
Yo puedo entender que Calderón viva y vea cosas irreales, pero hasta donde
estamos obligados a soportar???
Hasta donde los ciudadanos deben soportar un estado fallido antes de exigir
una reforma que fundamente un proyecto viable de país???