.blogspot.com.es/2013/01/la-grandeur-francesa-frente-al-qaeda.html">el conflicto que ha entablado Francia en su antigua colonia de Malí, para acabar con un núcleo de terroristas musulmanes de Al Qaeda. A su vez, la facción del finado Bin Laden en el Magreb Islámico, antiguo grupo salafista (literalmente, que busca retornar al Islam más originario) ha protagonizado un violento asalto a una refinería en Argelia, donde en medio de una confusa situación los terroristas piden que Francia abandone su campaña en Malí.
Pese a que en determinados medios se ha destacado que Francia se enfrenta ahora de raíz al islamismo más radical y yihadista, lo cierto es que esta posición no ha sido habitual en la historia francesa. No es necesario remontarse a los tiempos del monarca Francisco I aliado del turco contra el orden internacional cristiano que abanderaba el Imperio Español, o a la ilustración deísta que veía en el Islam un monoteísmo puro y por lo tanto superior al trinitarismo cristiano (al fin y al cabo, la ilustración era un movimiento que buscaba en primer lugar atacar al catolicismo): la Guerra de Libia iniciada hace dos años en el contexto de la denominada «Primavera Árabe» reveló que los objetivos franceses amparados por la OTAN eran en realidad acabar con Gadafi para favorecer intereses económicos de lo más primarios (obtención de materias primas) que se verían reforzados si la facción yihadista (relacionada con Al Qaeda) que pretendía separar la antigua Cirenaica de la Libia gadafista permitía el comercio con la antigua colonia francesa del Chad. El presidente francés, Hollande, ha señalado en un discurso televisado que Francia no busca en la guerra de Malí favorecer esos mismos intereses económicos que tanto bien le hicieron en la anterior guerra en Libia, al poner en marcha la industria de guerra paralizada por la crisis económica. Al contrario: afirma que busca establecer la paz. La paz de la grandeur francesa, añadimos nosotros, que suele ser poco duradera y suele necesitar del apoyo final de Estados Unidos para poder solventar un conflicto abierto, como ya sucedió en el Vietnam hace ya décadas o en Costa de Marfil en época más reciente.