Una de las particularidades del
Capitalismo es que constantemente necesita abrir nuevos Mercados y encontrar
nuevas “oportunidades” para ampliar y seguir ampliando los márgenes de ganancia
o “utilidades” del club de privilegiados, no discriminando el lugar donde
pudiera encontrar esas “oportunidades”.
Cada producto es exprimido hasta
la última gota y substituido por otro con nuevas “características”,
“aplicaciones”, “tecnologías”, etc. La idea es poder mantener a los
consumidores constantemente “fascinados”.
Los altares de la “Moda” reflejan
la dinámica cultural de la substitución. Estos, por lo general, los dirigen una
especie de “club sacerdotal” en países “desarrollados”, quienes han de definir
los caminos a seguir, creándose caminos para todos los “gustos” y “condiciones
económicas”.
El vestuario y las nuevas
tecnologías grafican en parte el desarrollo de nuestra cultura del consumismo.
El Cine y la Televisión (vitrinas
del consumo) son las plataformas ideales para convencer a esos futuros
consumidores de que lo que está usando ya dejó de estar a la “Moda” y de que se
debe “actualizar” o “evolucionar”.
No en vano te habrán de poner frente
a tus ojos el uso de tal o cual herramienta, como queriendo demostrar
“actualización” (ej: presentadores de noticias de TV junto con el “notebook” o
usando algún “Tablet” o celulares
(móviles) “touch”, y la mayoría de las veces no obviando las marcas).
El desfile de nuevas tecnologías,
tanto en el cine como en la televisión, se hace presente de manera inocente,
como dando a entender de que ellos están a la par con los “nuevos tiempos” y,
al mismo tiempo, envían un mensaje a los receptores: “lo usado por ti ya está
fuera de tiempo. Actualízate. Evoluciona. Sé como nosotros. No te quedes atrás.”
Conforme entran las nuevas
tecnologías, entran nuevas modas y costumbres.
Poco a poco la cultura de lo que
llaman “globalización, y que muy bien podríamos definir como la
“americanización”, penetran en nuestras culturas, adquiriendo nuevas costumbres
o hábitos y adoptando nuevos códigos de comportamiento.
Lo anterior ha permitido tener en
sociedades “conservadoras” una opinión pública más “abierta” y tolerante a
ciertos temas que en otras oportunidades eran difícilmente tocados.
Es así como en ciertos países temas
como el homosexualismo, los tatuajes o las drogas, las nuevas generaciones han
digerido sin ningún problema, de forma tal que ha permitido ciertas
flexibilidades en las leyes, actuando dicho digerir en forma de presión
indirecta.
En la actualidad podría ser
natural ver a individuos tatuados, parejas del mismo sexo de la mano o
individuos con buena formación estar involucrados activamente en el mundo de
las drogas, de la misma manera como cuando se está involucrado en el mundo del
alcohol.
El consumo de marihuana ha
penetrado tanto dentro de algunas culturas que ya no nos llega a sorprender ver
a padres o profesores fumar ante sus hijos o alumnos, o algún colega o
compañero disculparse para ir a fumarse “uno”.
Incluso podríamos encontrarnos
con la sensación de que una mayoría dentro de cierta sociedad no tendría ningún problema con el consumo de
marihuana, lo cual podría sentar las bases para futuras legalizaciones.
En la Televisión de ciertos
países ya se pueden ver a homosexuales asumidos y no asumidos de manera natural
o personajes con más de algún tatuaje, muy distinto a los tiempos en que ver a
un homosexual causaba alta impresión, lo mismo que alguien que estuviera tatuado.
Esta es la generación de los piercings,
los tatuajes, las bebidas “energizantes” , la Internet, las “redes sociales”
(Facebook, Twitter), los correos electrónicos, los MP3, los MP4, etc; la
generación de los “high school” ó los “colleges”.
Esta es la generación en la que
se ha puesto nombre a comportamientos tan antiguos como lo puede ser el llamado
“bullying” o la “pedofilia”; la generación la cual se ha encontrado con nuevas
“enfermedades” donde antes no las habían, y que ahora las señalan como
“depresión”, “obesidad”, “alopecia”, “impotencia”, etc.
Ya no nos impresiona ver a padres
tatuados, o que escuchen música Punk o Thrash Metal.
Poco a poco nos iremos
encontrando con abuelos sumergidos en la Internet o en las “redes sociales”;
abuelos con más de algún tatuaje.
Muchos de los abuelos no serán
más lo típicos que escuchaban boleros en sus años mozo, sino abuelos ex punkies,
thrasher, hip-hoperos, etc.
Y así como va el desarrollo de la
pornografía, a la par con las nuevas tecnologías, en el futuro no nos habrá de
sorprender ver a muchos hijos de madres trabajadoras del porno.
–Y qué hace tu mamá, en qué
trabaja?
–Trabaja en la industria
pornográfica. Es actriz. Le encanta su trabajo.
–Qué?!!!
–Hey, amigo!!! Tienes que ser más
OPEN MIND. Evoluciona. Estamos ya en el siglo XXI… ¿Por qué no hacemos un Swinger?
Tengo ganas de conocer a tu pareja. ¿No te gustaría conocer a la mía?