Puro corazón. Teletón 2012 en Chile

 

. No me imagino el país sin ella. Aunque suene relamido, es un gran regalo de alegría, optimismo y solidaridad, unidad y sana entretención. Pero no es solo un espectáculo entretenido. En su base y la razón que la trajo a la vida es un drama humano: cientos de hombres y mujeres, sobre todo niños, que han nacido con alguna malformación severa o que han sufrido un accidente y que requieren de cuidados que solo los puede dar una institución como la Teletón. Nos gustaría que instituciones así no existieran. Pero la naturaleza humana es frágil y los problemas de salud son parte de ella. Debemos lidiar y convivir con ellos, buscar su curación y tomar las medidas paliativas que correspondan.Tras la Teletón, un gran hombre. Si don Francisco no existiera, habría que inventarlo. Es de esas grandes personalidades a las que solo cabe agradecer su entrega y creatividad. Se podría dedicar a cualquier cosa. De hecho ya ha hecho su aporte como animador. Pero se le ocurrió esto de dar una mano a quienes, en ese minuto perdido hace más de 20 años, nadie apoyaba. Quienes vivimos en los ochenta en Chile sabemos que ser minusválido era una verdadera maldición. Poco se hacía por los discapacitados. Lo peor, la falta de sensibilidad ante quienes tienen una discapacidad, cualquiera sea. Hoy, vemos que algo hemos crecido en mayor respeto a quienes sufren alguna anomalía o malformación física. Falta mucho aún.Por lo mismo, junto con el aporte en medios, instalaciones y tratamientos profesionales, aportó con algo esencial: sensibilizarnos ante el dolor y marginalidad que sufrían miles de personas a nuestro lado, en nuestras propias familias.Y en esto de dar, hay que recordar que no es un asunto de cantidad, sino del amor que ponemos en ello. Jesús nos lo recuerda cuando llama la atención a los discípulos sobre la donación de la viuda en el templo: “Todos han echado de los que les sobraba, ésta, en cambio, ha echado de lo que necesitaba, todo cuanto poseía” (Mt 12,44). Solo tenemos esta vida para ser solidarios. No hay que perder las oportunidades que se nos presentan para hacer el bien.El dolor es un misterio. Pero sin duda, Dios nos recuerda a través de quienes padecen alguna deficiencia que la solidaridad, apoyo y dedicación a quienes sufren que la salud es un regalo, no un privilegio. Y quienes estamos sanos debemos tender una mano a quienes no lo están. Así de simple.Que se produzca nuevamente el milagro de la solidaridad. Si le va bien a la Teletón, nos va bien a todos. Todos ganamos con ella.Hugo Tagletwitter: @hugotagle

UNETE



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