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Cada
día te levantas pensando “hoy me pongo a dieta, dejo de fumar, hago más
deporte.....”
Pero
no llevas a cabo ese cambio.
Es
posible que no lo lleves a cabo porque no tienes claro si vale la pena
intentarlo, hacer ese sacrificio, que no es para tanto te lo aseguro.
Te presento 10 razones para
cambiar de alimentación.
1-Quiero
mejorar mi silueta y mi peso.
Necesito
que correspondan al físico de la persona que yo quiero ser.
2-Deseo
aumentar mi energía y no sentirme fatigado siempre, física y mentalmente.
3-Quiero
tener un sueño reparador y profundo. No quiero tomar somníferos para conciliar
el sueño.
No
necesito la ayuda de excitantes para empezar un nuevo día.
4-Necesito
solucionar esos problemas de salud que me impiden disfrutar de la vida:
Migraña, digestiones pesadas, dolores musculares, reuma, hipertensión.
5-Necesito
tener una vida sentimental mejor, ser más tolerante con los demás, tener
sentimientos más positivos y alegres.
6-Quiero
tener una memoria y una concentración más fuerte, tener ideas claras y poder
dar todo en mi trabajo y en el día a día.
7-Quiero
tener experiencias nuevas, potenciar mis relaciones personales y profesionales.
8-Necesito
llevar una vida más natural, más equilibrada, más completa, una vida donde
poder encontrar y experimentar mi verdadera identidad, disfrutando cada día.
9-Necesito
una vida más limpia, sin pesticidas, glutamatos y comida basura. Debo aportar
mi granito de arena para proteger el medio ambiente y todo el planeta.
10-Necesito
y quiero un futuro más feliz para mis hijos, para la sociedad y la humanidad
del planeta.
Todos estos deseos se pueden ver
realizados gracias a un cambio de alimentación.
Ya
sé que piensas; todo lo basas en la alimentación, pues no es tan fácil¡¡
Pues
si es tan fácil. Es como tu coche, necesita un buen combustible para poder
funcionar.
Creemos,
de forma errónea, que comer en restaurantes de lujo donde nos cobran de un
simple plato lo que una familia se gasta para comer en un día, que estamos
comiendo de forma sana, pues en muchos de esos casos no estamos aportando nada
sano a nuestro organismo.
Muchas
personas que acaban el día agotadas desconocen que realmente la causa de esa
fatiga es la pésima alimentación.
El
cortadito de media mañana junto al dulce de una magdalena o bollito es una
forma de agotar nuestras energías, aunque no lo parezca, unas horas después
nuestro organismo sufre una bajada de los niveles de glucosa dando la sensación
de agotamiento y mareo. ¿A que no te suena raro lo que te acabo de contar?
Lo
que muchos piensan comer sano para estar fuerte y con energía,comer por ejemplo
un filete de ternera con patatas, no hace otra cosa que desgastar nuestras
energías.
Lo
que realmente te prepara para afrontar un día de trabajo es un buen desayuno
con cereales integrales, té de tres años, mermelada sin azúcar y tostadas
de pan de arroz o
espelta con paté vegetal o aceite de oliva.
Una
comida con una base de cereales integrales, arroz, quinoa, legumbres, verduras
y proteína de carne blanca o proteína vegetal.
Una
merienda con bebida vegetal, yogur de soja, galletas de arroz.
Una
cena ligera con una base de verduras con pescado o una base de legumbres y
cereales.
Esta
forma de alimentarnos nos aporta energía para todo el día y nos prepara para un
sueño reparador.
Una
dieta pobre tiene un pronunciado efecto sobre tu vida. Consume toda tu energía,
física y mental. Afecta a tu estado de ánimo y enturbia tu mente. Los sabios
nos dicen:
“Como nutres tu cuerpo, así
nutres tu mente”.
Hay
una comunidad que vive en la isla de Okinawa, en el mar de China, donde vive la
mayor concentración de centenarios del mundo. Uno de los secretos de su
longevidad es la dieta vegetariana.
Esta
claro que no todo el mundo puede ser vegetariano, pero todos debemos llevar una
dieta sana y rica en verduras, cereales, frutas. Es vital y extraordinariamente
saludable.
No
es tan difícil organizar una buena forma de comer, nuestros antepasados ya lo
sabían.
Prueba
un mes a cambiar tus hábitos y notaras la diferencia, tendrás más energía. Una
mente más despejada y un humor más tranquilo y relajado.
Evita
el café, si ya sé que sin ese café de la mañana no empiezas el día con energía,
pero te puedo demostrar que es falsa esa creencia. Duerme bien y verás que no
necesitas tomar estimulantes para tener ganas de trabajar o hacer deporte.
Algo
muy importante es volver a la cocina, tenemos poco tiempo ya lo sé, pero
realmente invertiremos en salud para toda la familia, preparando platos,
postres caseros......
Busca
en nuestra web toda la información necesaria para poder realizar este cambio de
alimentación que representa un cambio radical en tu vida.
Puedes
encontrar los productos que mejor te sientan según tu grupo sanguíneo y empezar
por ahí ese cambio.
Pero
ten en cuenta lo siguiente:
Los extremos nunca son beneficiosos.