. No resulta difícil entender, tras breve lectura de alguno de los
pasajes de Escoto, el motivo por el que le llamaban el doctor sutil. Sus
argumentos disponen de la fuerza de la razón, pero de la delicadeza del sentido
profundo de lo real, único medio para acceder a lo que ocurre más allá de la
percepción humana y más allá aún de lo que el propio sentido común podría
atisbar. No de otro modo podríamos comprender cómo este pensador, en una época
donde los medios materiales al alcance eran escasos, pudo llegar a barruntar lo
que hoy la ciencia nos da por seguro: los genes como medio de reproducción de
los seres y los quantos como transferencia de la energía. Estas dos son
realidades que los niños aprenden en el colegio hoy, pero que a la humanidad le
ha llevado siglos poder comprender. Sin embargo, Duns Escoto las vio mediante
su análisis metafísico de la realidad. La metafísica era así, un arma poderosa
puesta en manos de un ser capaz de blandirla y Escoto lo era.
El Instituto Teológico de Murcia tiene como patrono,
es decir, como guía y protector en su hacer teológico, al más grande entre los
grandes de todos los metafísicos de todos los tiempos. Duns Escoto, el
verdadero tigre celta, en los escasos años que vivió, puso en pie
un armazón de pensamiento que a la humanidad le ha llevado siete siglos
aprehender y que el Magisterio aún anda dubitativo, atento como está siempre a
no escandalizar a los débiles en la fe. Pero, la Iglesia lo reconoció beato y
Benedicto XVI, en su famoso discurso de Ratisbona lo cita como una puerta
abierta a otra manera de entender el mundo desde la perspectiva cristiana: de
Dios, dice el papa tomando a Escoto, conocemos la voluntas ordinata,
más allá está su libertad, por la cual podría haber creado un mundo muy
diferente al que vemos.
Pues bien, aquí radica la actualidad de Escoto, justo
en lo que la Iglesia tiene dificultades en aceptar, pero que si lo hiciere se
pondría a la cabeza del mundo actual en cuanto a entendimiento del mismo. Dios
creó este mundo tal como lo conocemos, pero pudo crear cualquier otro mundo,
pues todos los mundo son posibles lógicos en Dios, más no en lo real. En la
realidad, lo que existe y es comprensible metafísicamente, es el mundo
efectivamente creado por Dios, no los mundos lógicos posibles. Esta libertad de
Dios a la hora de crear, paradójicamente, asegura nuestra comprensibilidad del
mundo. Si Dios no es libre al crear este u otro mundo, crea por necesidad y por
tanto, Dios está sometido a algo externo a Él, la necesidad creadora. Dios
no necesita crear, es libre, pero al crear este mundo, reduce
los infinitos posibles lógicos a este mundo real, que es, de este modo y solo
de este modo, contingente. Lo contrario sería un mundo necesario, es decir, no
habríamos salido de Grecia, de Aristóteles y de Platón. Ese mundo necesario de
los filósofos griegos es el mundo que da como resultado el deísmo y el ateísmo.
El mundo contingente escotista, es necesariamente contingente, luego Dios es
libre.
Todos los problemas del ateísmo moderno y del deísmo
cientifista, se disolverían por sí mismos si accediéramos al pensamiento
profundo y sutil de Duns Escoto. Por este motivo, el Instituto Teológico de
Murcia OFM ha querido invitar al profesor Vicente Llamas Roig a impartir una
Conferencia sobre la actualidad científica del pensamiento metafísico del beato
Duns Escoto.
El acto tendrá lugar a las 18:30 horas en el Salón de
Actos del centro y contará con la asistencia de Superior Provincial de los
Padres Franciscanos. Al terminar el acto se ha preparado un refrigerio para los
asistentes.
GUIÓN DE LA CONFERENCIA
• Presentación de postulados axiales de
metafísica escotista a proyectar en el ámbito científico: órdenes de realidad,
naturaleza común e individualidad.
• Discontinuidad metafísica del ente.
Correspondencias de la : gen y quantum.
• ¿La función hace al órgano? Escorzos de
antropología no lamarckista
• La consistencia de la posibilidad pura.
Conjunción de posibilidades opuestas: la paradoja de Schrödinger. Horizontes
cuánticos y universos alternativos.
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