“Las nuevas tecnologías
cambiaron efectivamente nuestra experiencia del tiempo, nuestra percepción de
los acontecimientos y nuestro sentido del yo”
Marshall McLuhan
Uno de los mayores
problemas que enfrentan padres, educadores y profesionales de la salud, es la
contradicción que existe entre el sistema educativo y el entorno sociocultural
en el que nacen y crecen las nuevas generaciones.
El niño esta dentro
de una situación paradójica, pues la escuela se enfrenta en la actualidad a un
tipo diferente de alumno, modelado por los medio de masas electrónicos, con su
predilección por la imaginería visual, la inmediatez, la no-linealidad y la fragmentación.
El modelo de
aprendizaje que ofrece la
Escuela al alumno, pone el acento en la presentación
secuencial de los contenidos, el orden social, la jerarquía, la continuidad y
el rechazo de la actitud inmediata.
Uno de los
problemas mas serios que debería plantearse hoy la pedagogía es la divergencia,
o incluso contradicción desde el punto
de vista de los parámetros comunicativos, entre la esuela y la sociedad para la
cual teóricamente educa, entre el ámbito escolar y el entorno sociocultural en
el que crece el alumno.
Mientras en la Escuela la forma de
expresión hegemónica es la verbal, en la sociedad es la icónica o audiovisual,
características de una cultura mosaico.
Mientras que la escuela educa fundamentalmente
en la palabra hablada y escrita y con la palabra hablada y escrita, en la
sociedad el alumno recibe fundamentalmente mensajes de tipo audiovisual.
Estamos frente a un
cambio de paradigma socio-cultural, frente a un proceso evolutivo de la
experiencia perceptiva, en un pasaje de
lo que podríamos llamar del homo tipográfico, al homo iconográfico.
El lector, se
enfrenta a una realidad estática, abstracta, analítica, lógica , a un universo
de conceptos e ideas; el televidente en cambio se enfrenta a una realidad
dinámica, concreta, inmediata, a un universo de objetos y realidades, de
emociones y sensaciones.
La cultura icónica
en la que se mueven los niños y adolescentes de hoy, acaba por transformar sus
gustos, sus hábitos perceptivos e incluso sus procesos mentales, convirtiendo
en desfasadas e ineficaces muchas de las formas de comunicación utilizadas
tradicionalmente.
Esas modificaciones
perceptivas, afectan no solo a la aceleración
en la estimulación sensorial, sino también a la exigencia de la calidad
de los estímulos, y esto nos lleva a caer abruptamente en el consumo, cada vez
demandamos mas y mejor imagen, mejor calidad de sonidos, nuestro equipos de
audio, nuestras computadoras se vuelven rápidamente “antiguas”.
Como lo señalamos
en otro artículo ya publicado, investigaciones recientes nos han aportado
información, acerca de los riesgos que tiene el pasar muchas horas frente a la Tv para niños y adolescentes,
en especial, como altera sus niveles de atención, la regulación de la conducta y compromete sus
aprendizajes.
Pero no quedan ahí
los efectos. La TV
es una prolongación de la vista y el oído que impone un ritmo visual
trepidante. Una investigación, que se hizo sobre la densidad de planos en la
publicidad televisiva, analizo 115 spots publicitarios.
Cada plano es una Toma del spot. Estudiando la
publicidad que se destinaba a los niños, cada toma no duraba más de 1,11
segundos por plano.
Cada cambio de
plano, supone un cambio de la realidad representada o, al menos un cambio del punto de vista desde el
que se observa la misma realidad. Las nuevas generaciones, que según las estadísticas
ven un promedio diario de tres horas y 12 minutos de TV , cambian de realidad
observada , o por lo menos de punto de vista en un periodo menor a los dos
segundos.
Aunque no toda la TV tenga el ritmo de la
publicidad , no hay duda de que los parámetros expresivos de la publicidad
acaban de imponerse en la configuración de los demás discursos televisivos.
Vemos como la
posibilidad que nos da la tecnología, acaba convirtiéndose en una necesidad
psicológica, las nuevas generaciones necesitan
cada vez mas estimulación visual para poder captar su atención y mantener su interés.
Y por si la estimulación visual no fuera bastante frenética, el espectador la
incrementa mediante el cambio mas o menos compulsivo de canal, el zapping.
Este fenómeno y
esta palabrita inglesa ha prendido tanto en la actitud de las personas, que
hace pocos dias, una mamá me vino a consultar con su hijo de 6 años por
problemas de hiperactividad y conducta, y me dice describiéndome al niño: “su
vida es un zapping total”
Este tipo de
comportamientos fragmentarios frente al televisor, obviamente van incorporándose
a otros ámbitos de la vida, los chicos cada vez mantienen su atención en el
aula menos tiempo, cada vez leen menos libros y textos menos extensos, se
comunican mas telegráficamente, ya sea hablando o escribiendo, pensemos en la
nueva cultura de mensajes por celular, que ha puesto en boga un nuevo código de
comunicación donde todo se abrevia, se sustituyen letras, se omiten otras, y
después nos planteamos en los Congresos, que pasa que cada vez nos encontramos
con mas alumnos con importantes trastornos del lenguaje, especialmente de la
lectura y la escritura.
En virtud de lo expuesto:
¿Como puede pretenderse que los alumnos
moldeados por los medios de masas audiovisuales, puedan mantener horas su
atención y motivación hacia un docente que se limita a expresarse verbalmente y
al que además deben contemplar casi siempre desde un único plano?
Creo que el devenir
tecnológico es parte de esta realidad que hemos construido socialmente,
realidad que nos modifica, y que modificamos. Ya no podemos parar estos cambios
que se han producido, pero si podemos reflexionar y aprender a tomar de las
mismas fuentes que generaron estas problemáticas socio-culturales las
herramientas que utilizan para tener éxito.
Hay todo un aspecto
que tiene que ver con la intención de la publicidad y el discurso audiovisual,
que involucra la seducción. Seducir
implica interesar a otro, hacer que nos preste atención, suscitar su curiosidad
e interés por conocer más. Sin duda, tenemos que investigar y aprender mas sobre como seducir a las nuevas
generaciones.
“No se habla para decir algo, sino para
conseguir un determinado efecto”
Me gusta pensar,
que después de dar una clase o una conferencia, los que me han escuchado, me
recuerden, no por los contenidos que pude trasmitir, sino por la inquietud que
puedo haber generado en ellos sobre determinados temas. En realidad, el
conocimiento, los saberes, pueden estar acumulados en libros, en hipertextos,
en grabaciones, en pinturas, en los ancianos de una tribu, o en otros medios, lo
importante son las preguntas que podamos hacer surgir en cada uno. Preguntas
que nos llevan a lo largo de la vida por inesperados caminos donde vamos
tratando de encontrar las respuestas.
“El Maestro que intenta enseñar, sin inspirar
en el alumno el deseo de aprender esta tratando de forjar un hierro frío.”