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No sé usted que piense, estimado lector, pero
la verdad sea dicha yo ya estoy harto, fastidiado y hasta el copete de la
mediocridad, estrechez de miras, pobreza política y moral, y, por qué no
decirlo, mezquindad que nuestros diputados y senadores nos han mostrado una y
otra vez. Ya porque el Partido Acción Nacional PAN) no le aprobó la Reforma
Eléctrica al entonces presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, de extracción
priísta y ya porque el (Partido Revolucionario Institucional) PRI, y
naturalmente el (Partido de la Revolución Democrática) PRD se la han pasado
boicoteando, una y otra vez, en forma sistemática, todas y cada una del las
iniciativas que en su momento presentó el también en su momento presidente
Vicente Fox Quesada y las que ha presentado el aún presidente constitucional
Felipe Calderón Hinojosa. Los pretextos, escusas, declaraciones y demás no han
faltado: "Que si Manlio Fabio Beltrones se molestó porque los del Cisen lo
estaban vigilando el día de la boda de su hija", "Que si el
presidente Calderón vio feíto y de lado a los del PRI y éstos se sintieron
ofendidos y por eso no querían colaborar con él", "Que si como
oposición no es su función ayudar al presidente en turno que no es de su
partido", "que si no están dispuestos a aprobar un Impuesto al Valor
Agregado (I.V.A.) que lastime al pueblo (olvidándose de que el actual lo
fijaron ellos con una roqueseñal incluída), que si tata tín, que si tata tan,
pero el caso es que los mexicanos ya estamos fastidiados de tanta ñoñería, de
tanta ideología, ideologización de nuestros asuntos y problemas. Repito,
llevamos ya quince largos, eternos años diría yo, sumergidos en ese asqueroso
porquerillero mientras México pierde oportunidades, muchas de ellas
irrecuperables, de crecimiento económico, de competitividad tanto externa como
interna y por supuesto, de creación de empleos.
¿Ha enfrentado usted
algún juicio en una Junta de Conciliación y Arbitraje?
Si
de pura casualidad, usted, apreciable lector, es un micro, pequeño o mediano
empresario y le ha tocado la mala fortuna de tener un empleado, generalmente
holgazán, irresponsable y desleal que lo demande ante una de estas juntas,
sabrá el infierno y el mar de corrupción que es eso. De entrada, para empezar,
usted no tiene los mismos derechos y obligaciones que el cretino que lo
demanda, porque ante los ojos de la Ley Federal del Trabajo, de sus reglamentos
y de las mencionadas "Juntas", usted es un miserable explotador jijo
he sú que se está aprovechando del "pobrecito y sufrido" trabajador,
así que este último no tiene que comprobar absolutamente nada de las cosas que
señala en su demanda, así sean puras mentiras y viles patrañas, la carga
probatoria pues, absolutamente toda, es responsabilidad de la parte patronal y
tal como dicen en las películas gringas, cualquier cosa que usted diga, así sea
la más inocente, puede, y será usada en su contra para darle en toditita la
torre. Tan es así, que una Jefa de Junta, al quererme "apercibir casi
maternalmente" para que le soltara un billete al que me demandó se ufanó
de algo así como cuatro o cinco casos en los cuáles el patrón, micro
comerciante en todos los casos, perdió hasta su casa y la camisa que traía
puesta u salió de ahí llorando a mares. Y lo peor es que todo eso es verdad, a la
vuelta de mi casa unos pobres tipos pusieron un negocio de recolección de
envases de refresco y similares, duraron 15 días con el negocio abierto y
llevan 5 años con la bandera roji negra de huelga, les saquearon la casa
completita y es la hora que no la pueden recuperar, incluso en el remoto caso
de que lo consiguieran, esta se encuentra en ruinas y convertida en un
verdadero muladar. ¿Qué tal si su intención hubiese sido la de amenazarme
aquella "amable dama"? Y luego nos dicen algunos priístas y
principalmente izquierdosos profesionales que la Actual Ley Federal del Trabajo
no inhibe la creación de negocios y de empleos ¿Qué tal si sí los inhibieran?
Un círculo pernicioso
conlleva a otro: los "outsursing".
Todo
lo anteriormente expuesto, y "muchas cosas más", como diría la
canción, ha ocasionado otro vicio laboral tan, o más pernicioso que el anterior
y es el surgimiento de los llamados "outsursing", que no son otra
cosa más que empresas que se dedican a contratar personal, desde el de
limpieza, hasta el técnico especializado en computadoras y otras habilidades,
que prestan sus servicios, por honorarios a una tercera empresa que de esta
forma no se ve obligada a contratar a ese personal por su cuenta, ni pagarle
las prestaciones de ley, y sobre todo, se libra de posibles demandas laborales.
Y esto está tan de moda, que si usted va a pagar el agua en la Ciudad de
México, el personal de limpieza y los policías están contratados bajo este
esquema, incluso no dudaría nada que los cajeros también. . Lo mismo sucede en
cualquier Junta Distrital del IFE o en los hospitales públicos y privados. Otro
ejemplo más grave aún, porque ocasionó víctimas mortales, aunque increíblemente
el líder del sindicato dijo que se está exagerando lo ocurrido, lo tenemos en
el reciente incendio de Refinería
"Francisco I. Madero", que la empresa paraestatal Petróleos Mexicanos
(PEMEX) tiene en Ciudad Madero, Tamaulipas. Nos hemos enfrascado en un sistema
de simulaciones, en donde el trabajador trabaja para una empresa o institución,
con la cual no tiene ninguna relación contractual pero esta demanda del
trabajador que cumpla con una serie de labores y obligaciones como si fuese
parte integrante de la misma. Así pues, la actual Ley Federal del Trabajo no es
tan perfecta como los de las izquierdas nos quieren hacer creer, está saturada
de grandes, abismales fallas, que se prestan, y de hecho fomentan, cada día
más, una interminable serie de vicios laborales y legales que distan mucho de
beneficiar a los empleadores y por supuesto, a los trabajadores. Es por eso que
pregunto: ¿Queremos una Reforma Laboral?
!O Las mismas ñoñerías de siempre!