Todos a votar, Elecciones municipales 2012

 

. Las considero una verdadera fiesta. Tal vez porque la primera vez que voté tenía ¡30 años! Toda mi juventud la viví durante el régimen militar y luego estudié fuera, así es que ninguna posibilidad de votar. Tanto más entonces se comprende el valor que le otorgo a cada una de ellas. Me gusta observar a la gente ir votar. Una verdadera liturgia. Si bien es domingo, muchos sacan sus mejores tenidas para este evento. Merece todo nuestro respeto y admiración. Valoro igualmente el protocolo del proceso, lo que ello implica, con postulaciones a candidatos, propuestas, propaganda.Y las municipales son de las más representativas de todas. Los cientos de candidatos a concejal y a a alcalde dan cuenta tanto del interés por parte de conciudadanos como de lo variado de la oferta política. Felicito nuevamente a los candidatos en estas elecciones, cosa no fácil, que implica tiempo, dinero, energías, renuncias; evento que puede ser muy amargo y decepcionante. Los invito a todos a no dejarse amilanar ni “bajonear”; que mantengan el buen ánimo, las ganas y den la pelea hasta el final. Ya el solo hecho de competir es un muy buen servicio y ejemplo para el país. Es un buen servicio, ya que con la postulación presentan distintas visiones de sociedad a los votantes, amplían sus posibilidades y les regalan nuevas ideas. Y es un muy buen ejemplo, sobre todo para los más jóvenes. Se muestra que se construye el país con ideas, respeto y tolerancia a la diversidad. Y la forma de hacerlo es a través del juego democrático. Las ideas se defienden con ideas, convenciendo por los mejores argumentos que tengamos y no por la fuerza o sembrado temor u odio.Somos el país de las encuestas. La mejor y definitiva se hará el 29 de octubre, en la urna. Ahí se le pondrá nota a la administración municipal, se la confirmará en su cargo o bien se elegirá una nueva.Votar no solo es un derecho. Es un deber cívico. Si todos usufructuamos del bien social, debemos contribuir a su conformación, desarrollo y progreso. Así como pagamos impuestos para la mantención de lo que nos es común, también contribuimos a ese mismo bien eligiendo a quienes administran lo que es todos, como es en las elecciones municipales.Reconozco, sí, que habría que revisar la normativa de la propaganda electoral. No tengo la solución, pero resulta a todas luces un exceso la cantidad de panfletos, “palomas” y carteles. Resulta un gasto excesivo. Se podrían buscar fórmulas más económicas y creativas. Una tarea pendiente para las próximas administraciones.P.Hugo Tagletwitter: @hugotagle

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