En este final de campaña
hay una especie de piñata de encuestas porque las hay con muy diferentes
tendencias y resultados. Desde luego que no se trata de una novedad en el
escenario político venezolano, y muchos menos en estos tiempos de hegemonía
comunicacional y manipulación opinática, pero sí llama la atención la
existencia de amplios márgenes de disparidad entre la data de encuestadoras
que, en otras coyunturas, solían más bien ofrecer números similares.
Consultores 21 es una de
las empresas más reconocidas del país. Sus sondeos dan una ventaja estrecha a
Capriles, y además con potencial de crecimiento. Por cierto que Consultores fue
una de las encuestadoras que más se acercó al resultado de las elecciones
presidenciales en el 2006. Se pretende matizar la solvencia de Consultores
porque está vinculada a la MUD, pero esa pretensión no es válida dado su
profesionalismo comprobado.
Varianzas es una firma de
más reciente trayectoria y su director, Rafael Delgado, es un experto de gran
prestigio académico. Sus investigaciones de opinión le dan una muy leve ventaja
a Chávez, siendo las proyecciones favorables al llamado empate técnico.
Varianzas también ha sido atinada en la predicción electoral de consultas previas.
Las informaciones sobre
las encuestas dirigidas por Stanley Greenberg -un consultor que diseña y
analiza encuestas para el Comando Venezuela, y que entre sus clientes ha tenido
a varios amigos del señor Chávez, como el salvadoreño Mauricio Funes y el
hondureño Manuel Zelaya-, señalan que la ventaja de Capriles no sería estrecha
sino relativamente cómoda y con buen envión final.
Por otra parte, está
Datanálisis, cuyas encuestas reflejan un margen considerable a favor de Chávez,
al igual que las de IVAD, en las que, sin embargo, se repite un fenómeno harto
curioso para un final de campaña, cual es un porcentaje inusualmente elevado de
indecisos. Según IVAD la intención de voto de Chávez es de 50%, y en una fresca
de Datanálisis es de 43%.
Y estos porcentajes no
son, precisamente, indicativos de la holgura que comunica la propaganda roja en
materia de encuestas. En ese sentido, por cierto, la “analista internacional”
Eva Golinger ha dicho que si su candidato ganara por un punto, esa victoria
sería tan definitiva como si lo hiciera por mucho más...
Y bueno, de las
encuestadoras gubernativas, sean abiertas o encubiertas, no vale la pena
referir mucho. De acuerdo con alguna de ellas, Capriles obtendría menos votos
que en las primarias, y Chávez llegaría a romper la “barrera” del 70%...
La principal encuestadora
del país, Datos, no ha hecho públicos sus numeritos, al menos hasta la redacción
de estas líneas. Y lo mejor que se puede hacer en relación con las variadas
empresas de maletín que buscan meter gato por liebre, es prevenir a la opinión
pública al respecto y no darles espacio mediático.
Tenemos, pues, encuestas a
granel. Y se tiene, también, la convicción general -que incluye a buena parte
del espectro oficialista- de que la alternativa democrática a la hegemonía
roja, nunca había contado con condiciones más auspiciosas en una contienda
presidencial, que las del presente. Y no hace falta ser un encuestador de
talento, para saberlo.