. La historia de la humanidad es una historia de
lucha por mayores libertades. Y en eso, el occidente cristiano ha sido paladín,
punta de lanza, vanguardia absoluta. Sin la visión cristiana del hombre,
occidente no hubiese llegado nunca a perfilar la idea de libertad que ahora nos
es tan común y obvia. Pero, cuidado. De obvia no tiene nada. Basta dar una
mirada a otras regiones del globo para percatarse que esto de las libertades
públicas está lejos de ser patrimonio común y las más de las veces no pasa de
un simple saludo para las pantallas de los medios de comunicación.
Pero también la idea de libertad se
puede distorsionar, atentando contra ella misma. Un exceso de libertades
finalmente la ahoga. Mi libertad termina donde comienza la del otro. Eso no es
una restricción sino una ayuda para ser más plenamente libre. Restricciones
bien entendidas y aplicadas hacen nos realizan, nos hacen más humanos.
Entenderme parte de una sociedad y cumplir las obligaciones que la convivencia
trae consigo, no es una restricción a mi libertad sino su mejor desarrollo. El
hombre "plenamente libre" (de existir) se condena a la
autodestrucción. Justamente nos desarrollamos como personas en la medida en que
integramos "limitaciones" a nuestra libertad. Así lo comprende el estudiante
que debe cumplir horarios, obedecer a sus padres, comer a determinadas horas, restringirse
en excesos, etc.
Todo ello redunda en una mejor
persona - persona simplemente - y una mejor sociedad.
Desde ya nos debemos acostumbrar a
un futuro en que, por el aumento de la población y la limitación de los
recursos, la interdependencia será mayor. Esto supondrá mayores restricciones pero
a su vez, bien aplicadas nuevamente redundará en mayor felicidad. Debemos
hacernos la idea de que el uso de los recursos será más medido y exigirá una
administración más acuciosa. Por lo mismo, deberemos ser más solidarios,
preocupados unos de otros ¿No es eso "más humano"? ¿No desarrolla esa
actitud de consideración del otro lo que es más intrínsecamente humano, vale
decir, la apertura al "tu", al otro y a los otros? Justamente en la
carencia o escasez brota lo más noble del hombre.Somos creaturas para darnos. Ahí nos
realizamos como seres humanos. No es en el aislamiento o desarrollo simplemente
personal donde se es persona. Se lo es en la medida en que se posibilita la
interacción y sociabilización. Esto no es romanticismo: brota de nuestro ser y
convivencia. Más que un asunto de convivencia, es un asunto de sobrevivencia.Hugo Tagletwitter: @hugotagle