Puro septiembre. Mes de la patria chileno.

 

. Desde el primer día, las calles y comercio se teñían de tricolor y la atmósfera se llenaba de aires de fiesta. Y eso que aún falta una buena semana para ese anhelado festivo, el que se prolongará casi hasta la última semana del mes. Los 3 largos días feriados del dieciocho se esperan con ansia. Un descanso final para la recta intensa que auguran las elecciones municipales.Hablar de patria es decir tierra común, tierra de encuentro, amistad y solidaridad. Los datos que se están entregando sobre el último censo confirman que somos menos de lo que pensábamos. No superamos los 17 millones, como lo proyectaban los pronósticos. Por lo mismo, estamos llamados a estrechar lazos antes que a separarlos. Las rencillas y diferencias en que a veces nos entrampamos resultan estériles y casi infantiles al lado de los grandes desafíos que tenemos como país. Parto del supuesto que todos los sectores políticos buscan el bien del conjunto nacional. Y, por lo mismo, debemos crecer en diálogo, tolerancia y respeto. Son más las cosas que nos unen que las que nos separan. Septiembre es una buena oportunidad para mejorar en las virtudes de unidad, paz y concordia.Y en ese espíritu, aprovecho para felicitar a los parlamentarios tras su acuerdo en materia de reforma tributaria. Pudo ser mejor, me imagino. Pero el hecho de haber logrado un compromiso es un buen ejemplo de que, conversando, se entiende la gente. En toda negociación hay que estar dispuesto a ceder en algo. Nadie tiene la verdad absoluta en este campo. Por lo mismo, reconocer la parte de verdad del otro, su sincera búsqueda del bien común, hace bien. Los políticos tienen una labor ejemplificadora que parte por su capacidad de diálogo, llegar a consensos.Esto de los impuestos no es materia inconclusa. Por de pronto, hay que acabar con la muletilla de que “los impuestos son un robo”. En ellos se expresa buena parte del ser solidario que debe componer una sociedad que formamos todos. Eso sí, se debe ser especialmente cuidadoso con su administración. Pero no se trata solo de aumentarlos, sino de perseguir mejor su evasión. Se comprende la preocupación por aumentar la riqueza y mejorar los empleos, pero también se deben buscar caminos de mejor redistribución.Septiembre es sinónimo de celebraciones y familia. Los jóvenes, adolescentes y niños, sienten ahora más que antes la falta de tiempo familiar. Muchos se sienten solos, o pasan buena parte del día ante el televisor o la pantalla del computador. Ojalá que estos días festivos sean una oportunidad de recuperar ese tiempo perdido y dedicarlo más a la familia, a los hijos y seres queridos ¡Buen septiembre!P.Hugo Tagletwitter: @hugotagle

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