No es una sorpresa ni
dejará a nadie atónito al saber que en últimas fechas el medio ambiente es de
gran relevancia y empieza a tener más espacios en la opinión pública y medios
de comunicación. Se torna relativamente común ver o escuchar noticias de que
tal cosa provoco daños al medio ambiente o noticias sobre el cambio climático
empiezan a abrumar a una población que esta inundada de mucha información basura
y es incapaz de formar un criterio propio quedándose con lo que escucha del
“experto” en cuestión.
Uno de los puntos
favorables es que la participación ciudadana ha aumentado considerablemente en
los últimos años en temas que atañen a su entorno y perjudican ecológicamente.
Sin embargo, no hay que
ser un genio para ver que si unimos la preocupación de la sociedad más la falta
de criterios sobre temas ambientales, ésta en proceso un la creación de un
monstro de carácter bipolar que puede ir tanto en contra de la ecología
(entendiéndose como conservación de la biodiversidad y sistemas saludables)
pero que también puede ir en contra del progreso y desarrollo de las
sociedades.
Esto cobra gravedad
cuando no existe un escrutinio para la gente que habla o escribe en un medio lo
que trae serias consecuencias ante la aceptación o el rechazo de un proyecto de
construcción especifico. Lo mas grave aún es cuando los entrevistados si son
gente con reconocimiento en la sociedad civil, en ONG’S, organizaciones ambientales
o incluso científicos, mienten. No es que mientan de forma cínica, sino más
bien no se dice toda la verdad. Es común (a mi parecer) que ambientalistas y
científicos digan datos que vallan contra la obra y ocultar, no decir u
convenientemente olvidar los que pudiesen estar a favor, creando así una
opinión sesgada en una sociedad que, como ya se dijo, cree ciegamente en lo que
el experto le dice. Creo que es fundamental que los expertos den una
opinión 100 por ciento objetiva de los casos. Ya sé, ya sé, del lado de
los desarrolladores y consultoras también hay mentiras, pero es un mundo tan
obscuro que prefiero no estar allí.
En conclusión por
más experto que sea el que habla, deténgase a pensar, compare e investigue pues
recuerde que todo mundo quiere llevar agua a su molino. Al final, también en la
ecología se aplica la filosofía House, TODO MUNDO MIENTE.