No es de extrañar que los primeros en reflexionar sobre economía dentro ya del paradigma de salvación por la economía, Smith, Ricardo y Marx, hablen de economía política y no de simple economía. La economía es una labor que está integrada en la realidad política. Se trata de hacer un servicio a la sociedad, de ahí que tenga ese adjetivo ineludible. Si eliminamos el adjetivo, el sustantivo queda huérfano, sin determinar. No sabremos si es una organización de una casa, de un grupo pequeño, de un pueblo o de toda la sociedad. De ahí que la economía sea política. Por eso mismo, Aristóteles trató el tema en su tratado sobre la polis, en la Política, no en la Ética, como una cuestión del individuo o en la Metafísica, cual dimensión ontológica.Aristóteles, fiel a su método, indentifica qué sea eso de la economía: “La economía (nos dice) es lo que debe facilitar o bien procurar que exista el almacenamiento de aquellas cosas necesarias para la vida y útiles para la comunidad de una ciudad o de una casa. Y parece que la verdadera riqueza proviene de esta, pues la provisión de esta clase de bienes para vivir bien no es ilimitada”[1]. Se trata de un arte, es decir, algo realizado por el hombre y que se puede aprender y enseñar a otros; pero también de un arte que está orientado a proporcionar los medios de vida y a conservarlos para que aquella sea buena. Es un arte difícil porque esos bienes no son ilimitados, tienen un límite y eso hace de este arte muy importante. Correría riesgo la vida de los sujetos de una comunidad si no se ejerciera con arte la economía.