Para llegar al
conocimiento se requiere tener educación, cultura y aprendizaje. Esta se recibe
en casa. Después en el aula recibimos la cultura necesaria que complementa
nuestra formación.
Sin embargo como
podemos saber que nuestra preparación es la correcta y el conocimiento por
adquirir es el debido.
Si hay unos
principios y son únicos. No todos los siguen por eso el mundo está como esta.
Nadie en sus cabales por más dinero o menos dinero que tenga puede afirmar que
estamos cada vez mejor. Enfrenemos la realidad, cada estamos peor y decimos que
está bien, ni modo.
Para entender
sabiduría y doctrina, conocer razones prudentes y así recibir y dar razones con
consejos prudentes, tener justicia, juicio y equidad.
Dar sagacidad a los
simples de los cuales estamos llenos y a los jóvenes inteligencia y cordura hay
que oír al sabio y su saber aumentara y el entendido adquirirá consejo.
Además entender
proverbio y declaración, palabras de sabio y sus dichos profundos se debe
partir del temor al Maestro. Aquí es donde los insensatos desprecian la
sabiduría y la enseñanza correcta. Hay maestros que no lo son y creen que
enseñan culpando a los alumnos.
La instrucción del
padre con la dirección de la madre no debe ser despreciada, al contrario deben
ser como collares que siempre debemos vestir selladas al cuello y nos van a
servir para no ser engañados por genios engañadores que pululan por el mundo
con milagros que no más que espejismos decepcionantes con fines tenebrosos.
Ten la seguridad de
que serás acechado por ellos, trataran de llevarte a los peores sitios
provocando la perversión en ti para hacer el daño a los demás.
Te ofrecerán roda clase
riquezas, te propondrán derramar sangre sin motivo de inocentes, te llevaran
por caminos oscuros y veredas turbias, te mostraran casas llenas de despojos
para que en las contiendas participes y seas un engañador más como ellos.
Sus pies corren
hacia el mal, siempre presurosos a la tina de la codicia la cual quita la vida
a sus poseedores y no piensan en el desperdicio que hacen de sus propias vidas.
Como no quieren ir solos te buscan con argucias y complicidades.
Pero debo decirte
ante todo esto que el conocimiento, la sabiduría está en las calles, su voz está
en las plazas alzando la voz también en las entradas de las ciudades, lista
para ser escuchada por los prudentes y sabios de corazón. Como el viento y el
calor fluye en el espacio.
Los simples siempre
amaran la simpleza, los burladores desearan burlar y los insensatos aborrecerán
la ciencia. Ellos no aceptan la reprensión para poder aprender y sin esta no
hay conocimiento cierto.
Desechan mano
amiga, reprensión, consejo sabio, no atienden ni escuchan sino como torbellino
de calamidades desprecian ese llamado que todo corazón recibe en el camino de
la vida.
No se extrañen que
después sean ustedes rechazados, pidan clemencia por lo que despreciaron,
lloren tiritando de miedo en la soledad interna de su cuerpo que inútilmente
ocuparon por un lapso muy corto de tiempo.
No serán escuchados
y serán despreciados como ustedes lo hicieron en su momento con lo que tuvieron
ante sus ojos y no quisieron ver, sus oídos que no quisieron escuchar y
reprensión que no admitieron por necedad.
El verdadero
conocimiento parte de ese temor señalado que necesitamos todos para ser
mejores. Ese conocimiento nos hará más seguro de nosotros mismos y así poder
instruir.