Me gustaría que este post sirviera para poner
un rayo de esperanza entre tanta noticia abrumadora que nos llega desde el país
nipón.
Me gustaría que el sonido de la madera, componiendo un armónico mensaje
publicitario, ayudara a que el mundo cambiara sus mirada de preocupación y
desconfianza, y la transformara en un guiño con sonrisa cómplice...
Porque, el spot de hoy así lo merece. Algo más de tres minutos, que recogen una
parte de la sensibilidad estética e íntima que caracteriza el espíritu japonés.
Tres minutos que evidencian su capacidad para desarrollar cosas bellas y
afinadas, y para componer fantásticas partituras envueltas de naturaleza...
Un breve lapso, que me gustaría que sirviesen para recuperar nuestra mirada
positiva y nuestra confianza en una nación que ha demostrado siempre que es
capaz de remontar el vuelo después de una dura caída. En un pueblo que, a
pesar de las circunstancias, es capaz de poner talento, armonía y belleza hasta
en los más pequeños detalles.
El spot de hoy es una auténtica joya, tallada con la exquisitez característica
de los artistas japoneses... Un obra para enmarcar.