Con 25 años es absurdo que intente
contestar la pregunta. Con 100 sería igualmente absurdo. No es cuestión de
edades ni de experiencia. De hecho no existe respuesta. O mejor dicho existirán múltiples respuestas. Válidas
para unas personas, estúpidas para otras. Pero creo que todas interesantes.
Hay algo que sí quiero contestar a
esa pregunta. Y es en qué no consiste.
Porque hemos crecido en una cultura basada en la culpa y el sufrimiento. En el “valle
de lagrimas” como el lugar donde vivimos. En la evitación de los placeres,
de todos y cada uno de ellos. En el pecado.
En una vida continuamente supeditada a bienes futuros. Pero por encima de todas
las cosas, el concepto es la culpa. Culparse
por cosas sin importancia. Quizás lo bueno y lo malo estén mucho más difusos.
Por tanto es absurdo culparnos por aquello que creemos que está mal porque quizás
no lo está en realidad.
¿Qué momentos buenos recuerdas del
año pasado? Pues en eso consiste. En reír, en beber, en viajar, en follar, en
comer, en enamorarse, en besar, en oír música, en ver fútbol, en jugar… en todo
lo que hoy cuando recuerdas el ayer te hace sonreír, en todo lo que mañana
tienes que intentar volver a hacer. Creo que es buena repuesta aunque lo de bueno
y malo…