Cuando
por honor a la verdad peco en mi discreción y se me olvida el Manual de Carreño
Cuando
mis ojos te esquivan
Cuando
trafico con tu dolor
Cuando
se que algo no es conveniente para ti y sedo ante tus exigencias poniéndote en
las manos lo que mas te hace daño
Cuando
se me olvida que eres parte fundamental en mi vida y te trato como a un
invitado
Cuando
se que el infierno es precisamente la tierra en que vivimos y ni siquiera
intento evitarte que conozca ese lado del mundo. Y te expongo a ello rompiendo
el deber mas sagrado de mi esencia que es cuidarte y protegerte
Cuando
te quito lo que mas te gusta y disfruta
Cuando
no tuve la suficiente empatía para saber que me necesitabas
Cuando
espere a que todo estuviera tranquilo para no enfrentarme con el filo de tus
palabras
Cuando
a pesar de saber que tenias la razón callo la voz de mi conciencia para hacer
valer mi autoridad
Cuando
te exijo algo que se que aborreces olvidándome que una manifestación del amor
es precisamente evitar realizar lo que amarga al otro
Cuando
tiro al cesto de la basura lo que mas quieres
Cuando
hago triza tus sueños porque los míos son mas importantes
Cuando
me siento conspicuamente en la primera fila del escenario de tu vida y apunto
tal cual ametralladora con todo mi arsenal para que abandones ostensiblemente
todo intento de superarme
Cuando
solo por tenerte a mi lado aniquilo tu individualidad
Cuando
sostengo y le muestro al mundo lo insignificante que eres
Cuando
es más grande mi avaricia que tus necesidades básicas, y me convierto en una
simple Burguesa de la Girondina
Cuando
se me olvida que los limites de tus fuerzas no son el Rin, el Océano y los
Alpes
Cuando
con mi actitud te convierto de La Maison de Santé en una pensión de Barranco y
es aquí cuando en mi insensatez no soy mejor que uno de esos que en 1789
tomaron por la fuerza uno de los baluartes mas hermosos del mundo: La Bastilla
Francesa
Cuando
descalificó tu intelecto pensando que no te das cuenta y no veo que tu mutismo
es simplemente … buena educación
Cuando
todavía creo en mi impudicia ignorancia y te exijo que te disculpes por un
error que solo yo cometí, fue entonces cuando se me a olvido el Manual de
Carreño y critique tu rostro producto de mi mezquindad
Cuando
te recibo con displicencia en el momento en que te acompaño la desgracia,
cuando con sátira cáustica y mordaz incendio y divido los ánimos buscando
cerrar las puertas de la razón y del convencimiento de todo aquel que te
rodeaba y admiraba
Cuando
no pude menguar mi necio e impotente orgullo y no te dije cuanto me haces falta
Cuando
con mis celos y ambición infinita borre todo pasado de brillante lucidez,
cualquier gallardía, acto de sortilegio impulsado por nobleza. O del
reconocimiento aquel que merecisteis similar al que se le hacen a los dioses
con la construcción de un coliseo paralelepípedo. Y como si fuera poco lo
trasforme en algo tan elemental y rodante como efímera cita galante
Cuando
a pesar de estar conciente de todo lo anterior me mofo de ti diciéndote:
discúlpame ya me revisé y yo percibo que no me he equivocado en nada ¡claro
solo en amarte y querer hacer cosas por tu bienestar¡
Y
así día a día encuentro tras encuentro voy esculpiéndote, trabajándote para
trasfigurarte de una frente de bronce en un alma de hielo.