Gratis no trabajo, sin preguntas no hay cobertura, sin periodismo no hay democracia… últimamente el mundo del periodismo ha estado muy entretenido mirándose el ombligo… y ya era hora. Somos uno de los sectores más castigados por la crisis, con sueldos irrisorios y condiciones laborales lamentables. Formamos parte de un grupo de trabajadores que no tienen capacidad de protesta, o al menos no lo tenía hasta ahora, creyendo hasta hace bien poco que poner el acento en nuestros problemas sería algo así como decuidar nuestras obligaciones. Afortunadamente parece que eso se ha acabado.