Cien palabras, un relato; cien relatos,
un libro; cien libros, una biblioteca; cien bibliotecas, una
ciudad...
Mi profesión consiste en ser creativo:
lo suficientemente loco como para llamar tu atención aunque lo
bastante serio como para mantenerla. Pequeños detalles destinados a
formar un todo. Crear todos repletos de detalles.
Por pocas palabras que puedan parecer,
no se trata tanto del número como de la intención. Estas noventa y
nueve, no son sino una inmensa oportunidad para crear. Dejemos que
cada uno elija su palabra número cien: el inicio de su propio
proceso creativo.