No era fácil embarcarse en la aventura de renacer una saga de un superhéroe tan mítico y con tantos seguidores como Spider-Man, máxime cuando éste ya contaba con una extraordinaria trilogía dirigida por Sam Raimi. Pero Marc Webb arriesgó y ganó. El director consigue, con The Amazing Spider-Man (2012), uno de los blockbuster más contundentes y atípicos de los últimos años; contundente por su estratosférico presupuesto -200 millones de euros- y por su capacidad de quedar grabado en la retina del espectador, y atípico porque se trata de una película de acción donde, precisamente, las escenas de acción no son las que más peso tienen -de hecho la primera escena entre Spider-Man y El Lagarto tiene lugar casi a los 90 minutos de función-, algo que quizá desagrade a quienes esperen algo diferente. Pero Webb se mantiene fiel a la esencia de los cómics, tal y como hizo en su día Raimi; porque Spider-Man es mucho más que la lucha contra héroes y villanos. Es la historia de Peter Parker (Andrew Garfield), un adolescente de 17 años que saca buenas notas y que vive enamorado de su compañera de clase Gwen (Emma Stone), personaje que es rescatado después de que Bryce Dallas Howard lo interpretara en Spider-Man 3 (2007). Tras enfrentarse a la desaparición de sus padres, pasará a vivir con sus tíos May (Sally Field) y Ben (Martin Sheen). No obstante, su vida dará un giro radical cuando, por un lado, descubra un maletín perteneciente a su padre que le llevará a relacionarse con el peligroso Dr. Curt Connors (Rhys Ifans) y, por otro, cuando su tío Ben sea asesinado.A pesar de ser un novato en las películas de acción, y que su único trabajo anterior es el título de culto romántico 500 días juntos (2009), Marc Webb demuestra su asombrosa capacidad para elaborar un proyecto con ecos de cine independiente teniendo entre manos un potente material de partida como el creado por Stan Lee y Steve Ditko. El director se muestra interesado durante todo el metraje en indagar en el pasado de Peter Parker y en el motivo de la desaparición de sus padres- un tema que pasa desapercibido en la trilogía de Raimi-. Asimismo, también se confirma como un experto a la hora de establecer vínculos entre todos sus personajes, ofreciendo un atractivo abanico de los roles que más peso han tenido en la vida del trepamuros, como el chulo de instituto Flash Gordon o el Capitán Stacy (Danis Leary), y otorgando más peso narrativo a sus tíos. De hecho, la muerte del tío Ben no se produce hasta pasada la hora de película, cuando tanto en los cómics como en la primera entrega de la saga anterior es uno de los primeros acontecimientos en ocurrir. Todos ellos conforman un plantel de actores secundarios veteranos sobresaliente, que contrasta con la juventud de los dos actores protagonistas que también están más allá del elogio y entre los que existe una asombrosa química.