En la época del Tahuantinsuyo las personas encargadas de transmitir los conocimientos y de educar a la población eran los Amautas, considerados hombres de alto conocimiento o sabios, quienes tenían a su cargo los Yachaywasi. Los Incas ya rendían homenaje a los Amautas, los maestros de aquella época, que eran respetados y venerados por la labor que cumplían.
El Libertador José de San Martín fundó la primera Escuela Normal de Varones el 6 de Julio de 1822. El primer sistema de educación instalado en el Perú fue el lancasteriano, y la persona encargada de desarrollarlo fue el escocés Diego Thomson, quien también fue el primer director de la Escuela Normal de Varones. De acuerdo a este sistema, los alumnos más avanzados se convertían en monitores y contribuían a la mejor formación de sus condiscípulos. Casi siglo y medio después el Presidente Manuel A. Odría oficializó, mediante Decreto Supremo del 4 de Mayo de 1953, el 6 de Julio como el Día del Maestro para conmemorar este hito histórico en la educación de nuestro país.
El 6 de Julio de cada año se celebra el Día del Maestro en el Perú, esta fecha permite rendir un merecido homenaje al maestro, al verdadero forjador de las juventudes que en el futuro dirigirán los destinos de un país.
Maestro(a) es la persona que realiza una labor digna, muy sacrificada y poco reconocido por la sociedad, pese a muchas limitaciones, el maestro hace posible llevar el conocimiento de generación en generación instruyendo a la población e inculcando la práctica de valores.
La labor del maestro no es cosa sencilla. Debe moldear con imaginación, estricto cumplimiento de los objetivos académicos y mucha paciencia a quienes serán el futuro de nuestro país, a quienes se encargarán de fortalecer una nación que se define por la heterogeneidad de su población, por la convivencia de diferentes formas de pensar y de actuar. De ahí que la tolerancia sea una de las virtudes más importantes a inculcar durante el proceso de enseñanza-aprendizaje.
En nuestros días el maestro sigue siendo el ejemplo de los niños, adolescentes y jóvenes, por su permanente sacrificio y noble entrega en las mejoras educativas. En muchas ocasiones la función que cumplen el maestro en la sociedad puede pasar por desapercibido, pero no deja de ser sumamente valioso, ya que tiene la importante misión de sembrar la semilla del conocimiento entre sus discípulos.
Nuestro país tiene una variada geografía, por lo que el maestro vive diferentes realidades según el lugar donde cumple su labor; pero no es motivo para olvidarse del maestro o para desmerecer su sacrificada labor. El incumplimiento de los objetivos educativos no es solo responsabilidad del maestro, también lo es del estado, responsable de diseñar una política educativa eficaz que responda las demandas actuales del país.
Este día no solo es festejo, también nos permite reflexionar como maestro ha cerca de nuestras actividades de rutina para afrontar nuevos retos educativos. Y como alumnos o discípulos este día nos exige saludar y rendir homenaje digno a nuestros maestros.
El maestro trabaja con los que menos saben, te prepara para la vida y te libera del analfabetismo. Solo el maestro es capaz de servir desinteresadamente.
Desde la cuna de la intelectualidad, para todos los maestros del Perú ¡Feliz día Maestro querido!