Marzo mantiene la
inflación a niveles promedio de los últimos doce meses, e igual que Febrero,
señala los aspectos materiales que sostienen un proceso contractivo inflacionario
de la economía de los últimos nueve (9) trimestres, desde finales del 2008. El
peso de la inflación causada por desgaste institucional de un BCV abocado en el
financiamiento subrepticio del déficit fiscal, ha promovido una mezcla letal en
los salarios e ingresos de la gente, mucho dinero, en circulación a niveles
explosivos, poca producción, y un represamiento económico impuesto por el
desmantelamiento acelerado de los derechos de propiedad.
Un aspecto interesante de
la fuerza del impuesto inflacionario marcado por esos precios es que la presión
inflacionaria se mantiene inclusive en condiciones de no variabilidad de la
tasa de cambio, en ninguno de los mercados y distintos arbitrajes para la
adquisición del dólar. Acotemos que los venezolanos vivimos en condiciones de
una fuerte represión política en lo económico que mantienen al aparato
productivo en condiciones no solo de indefensión frente al Estado –gobierno
sino frente a la violencia política y el deterioro de la infraestructura de
servicios. En particular el sector eléctrico caracterizado hoy por un fuerte
racionamiento del flujo eléctrico que afecta no solo los hogares sino
directamente al sector productivo.
Otro aspecto interesante
que devela el evidente carácter monetario y político de la inflación es que la
presión de precios se mantiene y en condiciones de fuerte desempleo y
crecimiento del empleo disfrazado, o subempleo.
Lo interesante es que a
pesar de esa desaceleración, el promedio anual mantiene la inflación esperada
entre 28.4% y 31.5% para final del año. Recordemos, según expreso el Ministro
de economía en su “interpelación” en la Asamblea Nacional que en el gobierno se
conforman con la existencia de una “inflación inercial” y “estructural” y que
de acuerdo a los números estaría en lo mencionado arriba.
Como leemos esa medida de
precios e inflación y que significa? Esos indicadores informan que los precios
se inflaron en Marzo en 1.6% ?, lo cual desde luego está muy lejos de ser
inercia, o cualquier otra ficción matemática. Lo que ocurre es más sencillo y
la gente lo siente en casa, y es que “estructural e inercialmente” el bolívar
está comprando 1.6% menos que lo que compraba en Febrero pasado.
Si anualizamos estas
magnitudes, es decir, la vemos en un periodo de un ano, para dimensionar el
tiempo de modo más sensible y para que sean comprendidas más fácilmente por la
gente de a pie, digamos que para este año, el poder de compra del bolívar que
hoy irresponsablemente emite el BCV para pagar las facturas tanto del gobierno
como de PDVSA, caerá en un 32.4%, la más alta del mundo!. Así, sin esfuerzos se
aprecia que el deterioro del poder de compra de la moneda marca el ritmo de
empobrecimiento que produce esa inflación.
Y entonces, como
definimos inflación ?
Con estos elementos en
las manos, definamos entonces de manera sencilla y apreciable por cualquier
mortal que, por inflación se entiende como un proceso prolongado de caída del
poder de compra de la moneda, en este caso el bolívar; en contraste con una
definición que rueda por los medios y otros rincones de la opinión pública como
de “un proceso acelerado de alza en los precios”, ya que esta definición algo
confusa no permite que la gente aprecia las causas y eventualmente pueda
observar la fuente de ese proceso de caída del poder de compra del bolívar.
Así, apreciado de esta
manera, no es difícil concluir que el BCV se mantiene imprimiendo sin reglas
monetarias ni instrumentos dirigidos a mantener el poder de compra del bolívar
que el BCV emite. Y esa impresión monetaria no se produce porque el sector
privado de la economía, consumidores y empresas, este activo invirtiendo para
producir y, que la gente adquiera empleos, que trabaje y genere renta e
ingreso, de manera que el ritmo de ingreso se mantenga por debajo de la
inflación y así se detenga el deterioro del poder de compra y en consecuencia
el empobrecimiento. Nada que ver, el entorno es un gobierno con finanzas deficitarias
y un BCV servido de artificios contables y monetarios disponiendo de sus
impresoras haciendo que el dinero fluye, pero dinero sin valor, como lo
acotamos en nuestra definición de inflación.