. Inmediatamente después, apareció un
lado que oculto en lo más profundo de algunos seres humanos, aflora en momentos
en que se da la oportunidad y es el vandalismo, el pillaje o simplemente el
deseo de aprovechar el momento para beneficio personal. Escudándose en el
posible desabastecimiento de los servicios básicos robando televisores,
lavadoras, secadoras, entre otras cosas, es que este tipo de individuos actúa.
Pero
gracias a Dios resurgió, tal como el ave fénix renace desde las cenizas, la
mejor parte de nuestro pueblo, esa inmensa mayoría que cada año se refleja en la Teletón y que esta vez la
meta era muy elevada, 15 mil millones de pesos y con más de 2 millones de
personas afectadas, fue superada con holgura, más de 30 mil millones de pesos.
La
caridad y la solidaridad de los jóvenes que, sin tener en claro la magnitud del
desastre optaron por salir a buscar alimentos, abrigo, dinero y hasta comida
para las mascotas huérfanas. Una vez más los jóvenes motivados por el deseo de
ayudar al prójimo, se levantaron más rápido que nunca para ir en auxilio, más
rápido que otros. Esta vez de quedarse en casa
viendo tele o jugando en el computador no fue lo primordial.
Los
jóvenes de Chile fueron los primeros en iniciar la ayuda, antes que el mismo
Gobierno saliente atinara con enviar a las Fuerzas Armadas a poner en orden a
los pueblos evitando los saqueos en lo posible. Será por la formación que se
entrega en los diferentes colegios o fue tan fuerte el sismo que cambió la
mentalidad de los que “no están ni ahí con la sociedad”, estos son los jóvenes
de Chile comprometidos y siempre atentos para ayudar a los más desvalidos.
Así
me gusta Chile, así te quiero Chile!!!!!
Chile levanta a Chile.