Se trata de un proyecto ideado en 2005 (por lo que ya ha llovido desde entonces) por unos científicos californianos que, cansados de las dificultades existentes a la hora de encontrar información científica relevante en la red,
trabajaron en un buscador específico con algoritmos capaces de contener
hasta veinte palabras, lo cual permite insertar frases enteras
consiguiendo igualmente resultados relevantes en lo que a material
científico se refiere. Como buscador es, sin duda alguna, la mejor
alternativa a Scholar Google, incluso por encima de la misma.
Pero no contentos con ello, han convertido la misma en una plataforma en la que se pueden leer directamente, y a precios muy económicos
(ya sea con cuotas de suscripción mensual o con pago por artículo)
artículos científicos de las revistas más prestigiosas. Entre los
suscritos a la plataforma se encuentran editoriales del nivel de Elsevier o Nature, que hacen que se haya convertido en el espacio web con el catálogo de artículos online más completo.
Así, artículos que antes nos podían costar más de 30 dólares, ahora los podemos adquirir a 0,99 dólares. ¿Cómo lo han conseguido? Pues porque se trata de un servicio de alquiler.
Así, en lugar de adquirir un artículo en propiedad, lo que haces es
alquilarlo por tiempo determinado en función del tipo de cuenta que
tengas (el alquiler puede ser de un día, 1 semana, 15 días, 1 mes o
incluso 1 año si contratas el plan mensual Gold, que cuesta 19,99
dólares pero que te permite alquilar mensualmente 15 artículos sin
ningún coste añadido, además de 7 cupones de un 20% de descuento en caso
de que quieras adquirir el artículo en propiedad).
Existen
aún un buen número de publicaciones que no se han suscrito a esta
plataforma. Sin embargo, creo que iniciativas como esta deben ser
apoyadas máxime cuando proporcionan una accesibilidad a la ciencia sin precedentes
hasta ahora. Cada vez somos más los que optamos por continuar las
investigaciones de manera autónoma, alejados de instituciones y
academias que en ocasiones se convierten en un lastre para el propio
investigador. Deepdyve
está pensado para ese grupo cada vez más amplio de investigadores. Del
mismo modo, también los mismo académicos pueden encontrar en ella una
buena herramienta cuando por la causa que sea se ven obligados a
trabajar desde casa y les es imposible acceder a ciertos artículos a los
que si pueden acceder desde su institución o universidad. Incluso,
simples aficionados a la ciencia pueden encontrar perfectamente
contenidos mucho más atractivos que los que les pueden ofrecer las
revistas de divulgación científica. Los mismos fundadores manifiestan así el propósito de su proyecto:
“Hoy
en día, las webs de editoras académicas reciben más de 2 millones de
visitas al año por parte de usuarios que no poseen afiliación a
institución alguna, sin embargo,menos del 0,2% de ellos acaba en
realizando una compra o suscripción a revista. El servicio de DeepDyve
está diseñado para estos usuarios no afiliados que necesitan un acceso
sencillo y asequible a información autorizada vital para sus carreras.”
Yo
ya me he suscrito a uno de los planes de pago porque creo que lo
merecen, independientemente del uso que le dé (que a buen seguro que se
lo doy) y de las herramientas que aún necesita integrar o del material
que aún no está disponible. Démosle tiempo, ya que se encuentra aún en
fase Beta. Pero apoyémoslo. Este tipo de proyectos
necesitan soporte incondicional y entusiasta de los que nos interesamos
por la ciencia. Si tiene éxito, todos agradeceremos enormemente esta "descentralización" de las publicaciones académicas