Una coalición electoral es un convenio entre varios partidos políticos
que se celebra cuando ninguno de ellos
tiene la fuerza numérica para lograr por si sólo el triunfo durante un proceso
electoral; su integración se justifica por ser la única vía para enfrentar
partidos mayores. Según los expertos en derecho electoral Roberto Salcedo y
Mario Martínez las coaliciones tienen su origen histórico en Francia en los
siglos, XVII, XVIII y XIX, durante el reinado de los Luises, la Revolución
Francesa y las guerras Napoleónicas y afirman que quienes lo suscriben, de
primer momento hacen a un lado sus diferencias con tal de sacar ventajas por
debajo de toda una serie de intercambios de favores y hasta contubernios.
Así las cosas, por estos días en nuestra entidad y en sesión de Consejo
General, por cierto, otra vez, bastante
atropellada, se aprobó tal convenio de Coalición signado por el PRI, PVEM, y N.
Alianza, donde ya es una característica muy particular del consejero electoral
Magdiel Hernández Tinajero,-actual Secretario Ejecutivo del Instituto Electoral
de Querétaro, (IEQ),-que pierda la cabeza y lo traicione el temperamento,
olvidando por completo que representa en todo momento o al menos eso debería
ser, a la autoridad electoral y de manera contestataria, evidenció el interés
manifiesto y desmedido por que se aprobara tal documento de marras, como
finalmente ocurrió y sin escuchar ni siquiera a los representantes de diversas
fuerzas políticas que le reclamaban la negativa de ejercer su derecho
reconocido incluso por el Poder Judicial de la Federación, para conocer tal
acuerdo, inclusive hasta el momento en que lo ponía a consideración del máximo
órgano de dirección.
No pienso amable lector, que debamos detenernos en las conductas
pueriles de algunos de los integrantes del Consejo General, la historia ya se
encargará de eso, sino lo que realmente importa, es conocer en realidad qué se
asentó en esa alianza electoral, pues según declaraciones de los representantes
de diversas fuerzas políticas, pudiera estarse hablando de un fraude a la
ley,-frase acuñada por la misma autoridad electoral local, mediante acuerdo
hace unos meses cuando, tanto partidos como consejeros se comprometieron a
evitar a toda costa simulaciones en estos comicios, y es que en tal convenio se
aprecia un inconstitucional “tráfico de votos” como le han llamado los propios
representantes.
Si lo que
sostienen los tres partidos-PRD, Movimiento Ciudadano y PAN-respecto de la
transferencia de votos es verdad, sería atroz el aval de las y los consejeros
electorales en tal acto, pues lo anterior propicia el desdoro de los electores,
además de que se estarían violentando diversos preceptos
constitucionales, como lo son los artículos, 1, 14, 15, 16, 17,
35,40, 41, 116 y 133 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos,
y preceptos legales que actualmente tenemos a efecto de preservar y dar el
valor al sufragio de la sociedad queretana.
La realidad es que el tema no es nuevo, hoy se sabe que ya ha existido
una situación similar durante el proceso electoral del año 2009, curiosamente
en el Estado de México, donde también
vale la pena decir que la resolución en aquella entidad, corrió a cargo del hoy
consejero electoral Carlos de los Cobos, y su jefe inmediato superior de ése
entonces, el Magistrado de la Sala Regional en Toluca, Santiago Nieto Castillo
cuyos datos pueden consultarse en el
expediente ST-JRC-0144/2009, tal parece que se han reunido un cúmulo de coincidencias,
¿no lo cree?
Es importante mencionar que la Suprema Corte de Justicia de la Nación
(SCJN), ha reconocido la inconstitucionalidad de esa “transferencia” entre los
partidos, y sostiene que lo anterior provocaría-dice el más Alto Tribunal-, nada más ni nada menos que un
fraude a la ley.
Lo anterior, sin dejar de mencionar que tal violaciónpuederesultar determinante para el
desarrollo del proceso electoral o en el resultado final de las elecciones en razón de que, la aludida transferencia de
votos, altera, menoscaba y manipula la voluntad de los ciudadanos que sufragaron,
al permitir que su voto se transfiera a otro partido político de la coalición,
lo cual se traduce en ventajas indebidas a partidos políticos coaligados, que
por sí mismos no alcanzaron el porcentaje requerido para obtener diputaciones
plurinominales generando una sobrerrepresentación en la configuración del
órgano legislativo estatal.
Por el bien de la democracia queretana,
debemos apostar a trabajar para preservar el avance y la consolidación de
nuestro sistema político electoral, pues consentir lo contrario constituye un
retroceso que ya estaba superado en nuestro Estado por aquellas viejas usanzas
electoreras del partido hegemónico además de que sería tremendo que el propio
Instituto, avalara la deformación de nuestro sistema electoral.
El asunto es avanzar, no retroceder, y siendo
de esta manera sugiero que ése sea EL COMPROMISO POR QUERÉTARO.