. No es un problema de
ahora. Lo arrastramos desde hace decenios. Los reproches a la actual
administración sobre la situación de la educación me parecen tan
mezquinos como los excesivos elogios que se le puedan hacer. Así
como en dos años no se puede hacer gran cosa por arreglarlo, tampoco
es que se pueda empeorar. Hemos empatado el tiempo. Y es
responsabilidad de todos por igual.
El
tema de la educación lo tendremos sobre la mesa varios lustros más.
Pero miremos la mitad llena del vaso: vamos encontrando ajustes y las
mejorías en las aulas, al menos la básica, son cada vez más
auspiciosos.
Y
en relación a la educación superior. No comparto la total
gratuidad. Tengo la impresión que ello beneficiaría a un sector
pequeño de la sociedad. Nos asombramos ante los miles de jovenes que
salen a las calles en cada marcha. Pero son muchos más los que no lo
hacen y que no lo harán nunca, ya que sus necesidades están aún
lejos de estar cubiertas. Apenas pueden terminar 8°Básico. Sí
considero importante ayudar lo más posible a que, quien ha mostrado
buen desempeño y capacidades, no quede en el camino.
Los
altos costos que deben pagar hoy las familias chilenas han tocado
techo. Asfixian como una pesadilla a esas miles de familias que los
han asumido casi como una maldición. Es absurdo que la educación
sea una carga, cuando debería ser fuente de esperanza. En un país
con los niveles de desigualdad que exhibe Chile, donde 9 de cada diez
jóvenes de las familias de mayores ingresos acceden a la educación
superior mientras 8 de cada diez de los más vulnerables no consiguen
ingresar, una educación gratuita para todos es injusta. Una
educación con más oportunidades y más igualitaria se decide en los
primeros años, en la educación preescolar y primaria. La gratuidad
en educación superior ocuparía recursos que tienen un mucho mejor
uso en nivelar esos primeros niveles de formación. Además, son
muchos los egresados de la educación superior reciben mucho mayores
ingresos que el resto de los ciudadanos. Apostar a un sistema mixto,
donde una parte sea pagada por el interesado y la otra por el
conjunto de la sociedad pareciera ser la alternativa más justa. Algo
avanzamos.
Y
en el mismo plano, felicito nuevamente los esfuerzos de escuelas
públicas que mejoraron notablemente en el SIMCE sin más ayuda que
garra, empeño y tesón ¡Gracias!