La información que nos
llega es un torbellino que marea. En un momento de reposo, echemos un vistazo a
lo global y lo local, desde las redes sociales.
Es Marzo de 2012 y se abre para el mundo
un período sembrado de señales contradictorias, especulación con bonos
soberanos, intentos de rescate de economías agotadas, subsidios nuevos a la
banca usurera a costa de eliminación de subsidios viejos a las personas. Una
China comunista que frena sus expectativas de crecimiento, estornudan 1400
millones de chinos y el planeta cambia su eje, un gigante que se sabe
locomotora y sigue en su juego, como recomendaba Confucio, si no puedes
destruir a tu enemigo, únete a él, pero ¿hasta cuándo le será válida esta
estrategia?
Occidente está perplejo, su industria se
fue al Asia, el monopolio de las fundiciones impide que los países agreguen
valor a sus recursos, los que manejan la economía son enormes y cada vez más
concentrados, entes supranacionales, apátridas, con el sólo norte del dinero y
el negocio, leyendo permanentemente oportunidades de generar nuevos
enclaves, útiles para su propia expansión. Ahora se intenta el rescate griego,
que puede convertirse en la neo tragedia helénica del Siglo XXI,
con un nuevo caballo de Troya y otro Aquiles 2.0 re-muriendo por su
artero talón, que bien podrían ser las protestas civiles extendidas que
incendian la polis o la profecía autocumplida del oráculo, representado por el
FMI, la OCDE y su coro.
Marzo se ha venido con España sufriendo
a Rajoy, pero sin muchas alternativas más allá de una bronca generalizada; en
el fondo el español cruza los dedos para que Grecia no caiga. Europa
comunitaria pierde el rumbo. Con una escalada belicista hacia Irán, con Rusia
de Putín apoyando al cruel régimen de Siria, con una dispersión inédita del
poder mundial, la real politik se nos viene a los ojos en toda su complejidad.
Es archisabido que en relaciones
internacionales no hay amigos permanentes, sólo intereses permanentes. Y
vaya que cuesta desentrañar los intereses manifiestos que se entrecruzan con
gran cinismo político; menos se puede adivinar los intereses ocultos,
esos que se transan en élites exclusivas, que marcan la colusión de lo público
y lo privado, en el secretismo que aporta seguridad al tráfico de
influencias; en la construcción de espacios encriptados y una máquina experta
de asesores de imagen para desinformar al público.
Pero, uno de esos puntos de común
denominador que se percibe de parte de esos poderosos que manejan las riendas
del sistema, parece ser el interés transversal de acallar las movilizaciones globales, volver al oscurismo y eliminar la
plataforma libre de Internet por haberse convertido en la caja de Pandora de
este siglo, generando una pesadilla que no deja dormir a los directivos
del retail, de la banca transnacional, de los proyectos extractivos
multinacionales, de los gobiernos corruptos que les son funcionales. Les irrita
y asusta la imagen de millones de seres anónimos, desfilando bajo los paraguas,
realizando un boicot a los transgénicos o realizando valientes sitting frente a
los tanques, empoderados en un ente con vida propia, un ser global que viene a
ser la holografía de una ciudadanía planetaria, generadora talvez de la
revolución moral que hará temblar los pilares pretorianos del poder, que
equilibrará ese poder maléfico de la codicia con un poder de comunidades
organizadas en forma más sana y transparente.
Y los sectores más ultristas de esos
poderosos manifiestan que eliminar a los enemigos es una necesidad, un hecho de
la causa, y por ello se les ve reprimiendo a su propio pueblo, a su propio
electorado, pregonando las guerras preventivas. Hay sectores conservadores que
peligrosamente reflotan su expertise del siglo XX, que apostaba a nuevas
guerras para superar las crisis internas y recuperar crecimiento, pero, digo
yo, ¿qué ocurriría si a China y Rusia les viene la misma tentación?
Mientras esto ocurre, los tornados de
marzo le recuerdan a Estados Unidos y Canadá su renuencia a suscribir el
Protocolo de Kyoto sobre el cambio climático; acá en el barrio el invierno
altiplánico deja una secuela de tierras arrasadas en la frontera norte, los
incendios arrasan bosques y poblaciones en Viña del Mar. Sin embargo, las
ventas de automóviles llegan a niveles record, sube el petróleo, cae el valor
del dólar y China sigue avanzando en el control de la economía real, intentando
extender sus tentáculos hacia los mercados de capitales que constituyen la
columna vertebral del poder mundial.
Si Ud. viene saliendo de unas vacaciones
relajadas, espero que las atesore luego de asomarse a este marzo global Siglo
XXI, en el año del cambio de era, según los mayas o aztecas. Lo cual se agrega
sólo a efectos de dejarle tema de conversación, que le ayude a desestresarse en
las redes sociales.
Periodismo Independiente, Hernán Narbona
Véliz, Marzo 5 de 2012