El castigo del embustero es no ser creído, aun cuando diga la verdad.
Aristóteles.
El voto libre y convencido de los ciudadanos es la condición
que hace posible que la Democracia exista y perdure.
Esa condición, producto del ejercicio de la razón y la
espontaneidad de los sentimientos, o de ambos, genera y sostiene los valores
sociales que cohesionan una sociedad de hombres libres.
Es ese voto libre y convencido de los ciudadanos el germen
del desarrollo del pensamiento creativo de los Pueblos, el que les mantiene
alerta de las trampas sofisticadas y sutiles, o burdas y descaradas, que
pretenden apropiarse del poder político que en una Democracia se establece por
y para el Pueblo.
El voto libre y convencido de los ciudadanos surge de la evaluación
que estos hacen del desempeño de los gobernantes, y del ajuste de cuentas que
realizan para cobrarse los “costos políticos” derivados de acciones cometidas en
su perjuicio.
Pero en contra de ese voto libre y convencido, se usan en
nuestros días formas abominables de antidemocracia, impulsadas por minorías
ávidas de controlar el Poder en todas sus formas; una de estas hoy muy en boga
son las “encuestas a modo”. (1)
El empleo de “encuestas a modo” que contradicen evidentemente
a la realidad observable, corrompe la esencia de la democracia.
Quienes usan las “encuestas a modo” como medio para hacerse
propaganda usualmente carecen de meritos propios suficientes para competir con
dignidad.
¿Que son las “encuestas
a modo”?
Las “encuestas a modo” son una mentira cínicamente disfrazada
con los ropajes de la ciencia (2) que pretenden implantar un estado de
hipnotismo colectivo alejado de la realidad observable a través del “sentido común”.
(3)(3,)
Las "encuestas a modo" son propaganda pura hecha a
la medida de quien las paga o patrocina, y no una medición científica
confiable. “Las encuestas son maquilladas y manejadas de manera
discrecional para manipular a la opinión pública”. (4)
Las “encuestas a modo” son refinadas técnicas de manipulación
que explotan los sentimientos y pensamientos más arraigados en las mentes de
las personas, anulando su capacidad de libre decisión.
Las “encuestas a modo” son una forma de dominación que
descansa en la inseguridad de las personas y en su natural inclinación a
sentirse dentro de la mayoría, así como en su temor a equivocarse.
Las "encuestas a modo" son una forma de violencia
psicológica contra el subconsciente de las personas para orillarlas a ver lo
que no existe.
Las “encuestas a modo” son parte de la guerra sucia para
descalificar tramposamente a los adversarios en las contiendas políticas, a los
que desde un inicio se les restan posibilidades de éxito colocándolos y
manteniéndolos en un lugar aparentemente distante de las preferencias
ciudadanas. (5)
Las “encuestas a modo” son una técnica antidemocrática de
condicionamiento psicológico y de “manufactura de consentimiento” (6) para
orillar a las personas a votar aun en contra de sus propios intereses.
Las “encuestas a modo” suelen usarse como distractores de la atención
ciudadana, enfocándolas hacia polémicas bizantinas o creando falsos conflictos,
para evitar la evaluación de los
gobernantes en turno y el cobro puntual de los “costos políticos” el día de las
elecciones.
Las “encuestas a modo” también suelen ser recursos
desesperados para “suministrar oxigeno” de emergencia a una candidatura en
picada.
¿Quién patrocina las
“encuestas a modo”?
Quienes patrocinan “encuestas a modo” son los verdaderos amos
de aquellos a quienes les hacen el favor de fabricar su “popularidad”.
La mayoría de las encuestadoras no podría sobrevivir con los
ingresos provenientes de las encuestas en tiempos de campañas políticas; su
existencia depende de los contratos que les proporcionan periódicamente las
grandes compañías o gobiernos que gastan enormes sumas en marketing.
Quienes tienen los recursos para patrocinar las “encuestas a
modo” son quienes pagan grandes campañas publicitarias en los medios y emplean
a los encuestadores de forma permanente o periódica y, por lo tanto, tienen los
medios para condicionar sutilmente los parámetros y enfoques de las encuestas,
de modo que coincidan con los intereses que patrocinan.
¿A qué intereses responden las "encuestas a modo?, por
lo general a los de quienes pagan permanentes campañas en los medios para
vender productos de ínfima calidad, algunos de ellos nocivos a la salud, vgr.
bebidas alcohólicas, comida chatarra y productos milagro, o a los de políticos repudiados que no disponen de otra forma
legítima para obtener un grado mínimo de aceptación popular.
Quienes tienen los recursos para patrocinar las “encuestas a
modo” también los tienen para pagar periódicamente su difusión en los medios
con el fin de reforzar la inducción y el sometimiento inconsciente de las
personas durante el tiempo conveniente.
Quienes patrocinan “encuestas a modo” no lo hacen de forma
altruista o gratuita; a su tiempo siempre se cobran desproporcionadamente los
favores que hacen a los políticos que protegen servilmente sus intereses, aun a
costa del interés general.
Quienes patrocinan “encuestas a modo” exigen grandes favores
de quienes apoyan en sus campañas políticas, obviamente en contra de los
intereses colectivos.
Quienes patrocinan y emplean las “encuestas a modo” intentan
enquistar su propio interés en la mente de las personas para cegar su libertad
de pensar.
¿Cómo consiguen someter
las “encuestas a modo”?
“En el transcurso de
los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una
creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídos y
utilizados por las elites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y
la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado
del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha
conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo.
Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control
mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos
sobre sí mismos.” (7)
Las "encuestas
a modo" generalmente son parte de una estructurada campaña de “marketing”
o guerra sucia; para aumentar sus probabilidades de éxito se usan asociadas con
otros refuerzos del engaño, tales como opinadores a sueldo, “noticias afines”, frases
prefabricadas, etc., mediante una profusa difusión en los medios masivos de comunicación
unidireccionales.
Las "encuestas a modo" explotan la aversión humana a
sentirse en minoría, implantando ideas parasitas tales como: “usted está bien
si opina como le decimos que opine y elige como le indicamos que debe hacerlo”.
Las "encuestas a modo" explotan el “miedo a la
libertad” (8) que subyace en el subconsciente de las personas y sus temores a
equivocarse y quedar en el bando de quienes estas “encuestas” les aseguran que
serán los perdedores.
Como toda mentira que trata de hacerse pasar por verdad
exige, las "encuestas a modo" necesitan repetirse incansablemente, de
preferencia por diferentes voces, que pueden variar en lo trivial, pero
coinciden necesariamente en lo esencial para garantizar el éxito de la
manipulación. (9)
Una vez que el manipulador enquista su propio interés en la
mente de las personas, confía en que la “disonancia cognitiva” haga el resto,
porque al entrar una nueva idea, correcta, en conflicto con la falsa creencia
instalada, suele descartarse automáticamente como si fuera solo un molesto
“ruido”. (10)
¿Bajo qué
circunstancias pueden prosperar las "encuestas a modo"?
Las “encuestas a modo” tienen pocas probabilidades de
prosperar frente a comunidades de personas conscientes, que usan su libertad de
pensar.
Las “encuestas a modo” al igual que las imágenes embellecidas
mediante el Photoshop pueden prosperar en medios controlados, unidireccionales,
pero no en la libertad critica de las redes sociales.
Las “encuestas a modo” al igual que el Photoshop, chocan con
la realidad observable y terminan por generar desconfianza y rechazo.
La falsedad de las “encuestas a modo” y el Photoshop que
tratan de ocultar los medios controlados, salen a la luz en las redes sociales.
Las “encuestas a modo” difundidas por personajes políticos o
privados, del nivel que sea, que gozan de pésima reputación o credibilidad
producen resultados adversos los intereses que pretenden “ayudar”.
Corolario:
La “violencia psicológica” que se ejerce mediante las
“encuestas a modo” agrede perversamente la libertad de pensamiento de las
personas.
El empleo de “encuestas a modo” para ensalzar a quien las
paga y degradar la participación de los adversarios, es una forma vil
contender.
La “violencia psicológica” que se ejerce mediante las
“encuestas a modo” debería ser investigada y sancionada en todo tiempo por las
autoridades electorales (11)(11,), con mayor rigor cuando se ejerce por servidores públicos del más
alto nivel (12).
El estado de hipnotismo colectivo que se pretende fabricar
mediante las “encuestas a modo” puede destruirse ejerciendo críticamente
nuestra libertad de observar y escuchar todo lo que nos “sugieren” que
deberíamos creer.
La manipulación mediante las “encuestas a modo” puede
combatirse con éxito usando la comunicación bidireccional que ofrecen las redes
sociales para contrastar nuestras ideas y percepciones con las de los otros
miembros de la comunidad virtual.
La cultura de la evaluación política de los ciudadanos
destruye las mentiras de las “encuestas a modo” mediante el simple ejercicio de
contrastar las promesas del gobernante contra de los resultados de su
gobierno.
En la era del conocimiento y de las Redes Sociales, no hay
“encuesta a modo” ni mentira capaz de borrar el hartazgo ciudadano en contra de
un gobierno antidemocrático y abusivo, ni que pueda evitar el cobro de los “costos políticos” (13) por sus
acciones impopulares mediante votos en su contra el día de las elecciones.
(11) El Código
Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales Vigente en México establece lo siguiente:
Artículo
44
1.
No será pública la información relativa a los procesos deliberativos de los
órganos internos de los partidos; la correspondiente a sus estrategias
políticas y de campañas electorales; la contenida en todo tipo de encuestas por
ellos ordenadas, así como la referida a las actividades de naturaleza privada, personal o familiar, de sus afiliados,
dirigentes, precandidatos y candidatos a cargos de elección popular.
Artículo
237
7.
Las personas físicas o morales que pretendan llevar a cabo encuestas por
muestreo para dar a
conocer
las preferencias electorales de los ciudadanos o las tendencias de las
votaciones, adoptarán los criterios generales de carácter científico, que para
tal efecto emita el Consejo General, previa consulta con los profesionales del
ramo o las organizaciones en que se agrupen.
Artículo
238
1.
Cualquier infracción a las disposiciones contenidas en el presente capítulo
será sancionada en los términos de este Código
(12) La Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos dispone que:
Artículo134…
Los
servidores públicos de la Federación, los Estados y los municipios, así como
del Distrito Federal y sus delegaciones, tienen en todo tiempo la obligación de
aplicar con imparcialidad los recursos públicos que están bajo su
responsabilidad, sin influir en la equidad de la competencia entre los partidos
políticos.