. Estos hábitos alimenticios no apropiados junto con
una disminución del gasto de energía de la persona (es decir, una ingesta
calórica superior a la necesaria según las necesidades energéticas
de la persona que padece sobrepeso) hacen que se vaya acumulado peso.
A menudo, el sobrepeso y
sus consecuencias pasan "desapercibidas" a corto plazo; sin embargo
diferentes estudios médicos demuestran que la obesidad influye negativamente en
la calidad de vida de las personas ya que, en muchos casos, la obesidad es en
gran parte responsable de una larga serie de enfermedades que se asocian con el
sobrepeso .
En esa lista de
enfermedades asociadas aparecen las enfermedades cardiovasculares, la diabetes,
la hipertensión, los problemas respiratorios, problemas en las
articulaciones,etc…
Además de las
enfermedades asociadas a la obesidad, hay que tener en cuenta también la propia
limitación que supone el “sobrepeso” por sí mismo en el día a día de la persona
que padece obesidad. Y es que dejando de lado la cuestión estética, el llevar
ese exceso de peso encima todos los días, implica que, a menudo, la
persona que padece sobrepeso se sienta mucho más cansada y con menos energías y
vitalidad.
La forma de medir el
sobrepeso que presenta un individuo, se basa en el cálculo del Índice de Masa
Corporal. El Índice de Masa Corporal se obtiene mediante una fórmula que mide
la relación entre el peso (en kilos) y el cuadrado de la estatura (en metros).
A partir de un Índice de
Masa Corporal de 25 y hasta 30 se considera sobrepeso. Una vez
traspasamos la barrera de 30 ya estaríamos hablando de obesidad ( con un IMC de
entre 30- 35). Entre 35 y 40 se considera obesidad grave y a partir de un IMC
de 40 es considerado Obesidad Mórbida.
Hoy en día existen una
amplia variedad de elecciones para perder peso, sin embargo, sea cual sea el
tratamiento indicado todos ellos exigen un mínimo de compromiso por parte del
paciente. Es decir, es importante que la persona que padece obesidad reconozca
el problema como tal y esté convencido de que es necesario ponerle solución al
problema.
Actualmente podemos
encontrar diferentes opciones para perder peso (dietas, programas específicos
de adelgazamiento, etc..) que en algunos casos permiten obtener buenos
resultados pero en otros casos o bien no acaban de solucionar el problema o
bien no se obtienen los resultados deseados cuando hablamos de mantener la
pérdida de peso a largo plazo.
La obesidad es una
enfermedad en la que entran en juego muchos factores y donde están implicados
diferentes aspectos médicos, sociales, psicológicos, genéticos y nutricionales.
En este sentido, la evidencia científica ha demostrado que el trabajo en equipo
de diferentes profesionales médicos que puedan tratar las diferentes áreas de
la enfermedad, mejora significativamente los resultados del tratamiento que se
indique para combatir la obesidad, ya sea un tratamiento médico, quirúrgico o
combinado.