El problema sobre la existencia de una finalidad en el Universo y de los seres que en él se encuentran, tanto los seres inertes como los vivos (el destino del hombre, la Felicidad, también se incluye en esta problemática) es un tema largamente desarrollado. Fue Aristóteles el primero en establecer que cada sustancia del mundo sublunar es perfecta en sí misma y busca desarrollar en acto toda su potencia, llegar a su telos. La causa final, propia de todo lo que tiene un agente, sería junto a la material, la formal y la eficiente la conformadora de las diversas sustancias. No habría sin embargo finalidad en el mundo supralunar, donde las sustancias son eternas e incorruptibles, están actualizadas en su materia totalmente, incluyendo al Motor Inmóvil de la Física y al Acto Puro de la Metafísica.



