Han
confluido varios factores para que las primarias del 12-F alcancen una
centralidad noticiosa que pica y se extiende. El más llamativo, desde luego, ha
sido la combinación o alianza entre Leopoldo López y Henrique Capriles a favor
del último; y también la presentación del programa de gobierno por parte de la
Mud, en la fecha sugestiva del 23 de enero. Colabora con todo ello la
proximidad del evento político y, cómo negarlo, las campañas o campañitas
oficialistas para tratar de empañarlo.
Al
respecto, los voceros rojos andan repitiendo que si llegasen a votar "tan
sólo" un millón o millón y medio de electores, entonces las primarias
serían un soberano fracaso... Curiosa matemática comicial, porque esos mismos
voceros proclamaron que las primarias del Psuv fueron un éxito clamoroso, y
allí sufragaron algo más de 500 mil electores. Me refiero a las primarias para
elegir o refrendar a las autoridades del partido-de-Estado, para las cuales,
sin duda, se dispusieron a plenitud los recursos del poder público.
O
sea que la mejor manera de contrarrestar esa campañita es refrescando la
memoria. Si medio millón de participantes fue un éxito clamoroso, ¿cómo es que
el doble o el triple sería un fracaso estrepitoso? No cuadra el asunto. Y no
puede cuadrar, porque una votación de esa magnitud, el 12-F, significaría un
logro de marca mayor. Al fin y al cabo, en las primarias electorales suele
participar una parte modesta del electorado potencial. Y ello tiende a ocurrir
en Venezuela y en la Cochinchina.
Por
otra parte, el acuerdo entre López y Capriles ha causado bastante impacto en la
opinión pública. Positivo y negativo. Pero no debería sorprender tanto porque
esa opción venía comentándose desde que empezara la campaña de las primarias.
La combinación beneficia a Capriles y puede perjudicar la imagen de López, en
la medida que sus pormenores no se expliquen con claridad. López y Capriles son
figuras políticas que se asemejan en diversos conceptos, sobre todo en la
configuración mercadotécnica, pero eso no garantiza que del acuerdo electoral
se pase a una alianza política propiamente dicha.
Así
mismo se destaca el tema del programa de gobierno, de seguro que eclipsado por
el pacto López-Capriles, pero que debe ser considerado en sus estimables
méritos. Uno de ellos, el haber sido producto del consenso político y técnico
de la heterogénea composición de la Mud. Otro, el haber presentado un denso
conjunto de propuestas de políticas públicas para darle contenido efectivo a un
gobierno democrático. Falta, eso sí, asumir debidamente el tema del cambio de
régimen, para que precisamente sea viable un cambio de gobierno.
Asunto
que no es académico sino muy práctico, porque el entramado de poder de la
"revolución bolivarista" no hace imposible una victoria electoral de
la parcialidad opositora, pero si está concebido y constituido para hacer muy
difícil la viabilidad de un gobierno de signo diferente... En todo caso, las
primarias se animan o se calientan, como se dice coloquialmente. Esperemos que
la subida de temperatura contribuya al objetivo central de legitimar y
fortalecer la candidatura presidencial que surja del 12-F.
Eduardo Tapia, Construcción Civil
Sería interesante que las corrientes políticas que participan en estas primarias logren encantar al pueblo venezolano para lograr su participación y tener un primer hito dentro de lo que se viene en el futuro relacionado con las elecciones presidenciales. Una participativa adhesión ciudadana es un buen presagio para los pasos siguientes.