Dr. Jaime Ibacache Burgos
y Asesora Cultural: Miriam Torres Millan.
Es una mañana
muy temprano, a veces llueve.
Temprano hemos
dejado cientos de veces la ciudad para participar en las rondas de salud rural
en comunas de la provincia de Chiloe donde el trabajo con experiencias de
grupos comunitarios nos plantea algunas reflexiones y propuestas para el
futuro.
Por otra parte
también hemos participado en encuentros con dirigentes comunitarios y personas
de comunidades rurales indígenas y no indígenas donde se han desarrollado
“conversatorios” sobre salud y realidad local.
Hoy en la
intimidad del fogón en medio de los mates, que van de mano en mano dando
vueltas en círculos centrípetos, se va plasmando una reflexión en base a las
vivencias.
PRIMER MATE
¿Porque consulta
la gente en las postas?
El perfil
epidemiológico y el pensar la salud en las comunidades rurales ha cambiado.
Todos sabemos
que hoy predominan las enfermedades crónicas por sobre las enfermedades
infectocontagiosas que décadas atrás eran la causa de la mortalidad y
morbilidad local.
La nueva
realidad epidemiológica, variable según territorios, es producto de
determinantes sociales y culturales EXOGENAS
que han invadido la reproducción social de las familias. La llegada de
modelos de producción y consumo neoliberales y la pérdida paulatina de la
matriz sociocultural propia y necesaria para ejercer “control cultural” hoy hace vulnerables a comunidades rurales e insulares en mayor o menor grado según tengan o no
otros factores protectores.
El espacio local
se ha perdido como referente de la diversidad del desarrollo y el modelo de
atención en salud rural desde el sistema no ha cambiado en años, aun sigue en
un modelo de espera, intervencionistas y no proactivo de la realidad local
SEGUNDO MATE
¿Pero y que pasa
a nivel de la comunidad, de sus familias?
A nivel de la
familia el conocimiento de salud en cuanto a prevención y uso derecursos
propios esta en peligro de extinción. Hay una emergencia de salud publica!!
Pero llama la
atención que en territorios insulares y por lo tanto aislados existe aun un conocimiento
de terapias para sanar enfermedades propias de la cultura local.
La tan anhelada
conectividad en todas sus dimensiones parece ser un arma de doble filo para la
mantención de las estrategias familiares basadas en su historia cultural
transmitida por via oral.
El modelo de
desarrollo generó migraciones masivas de las islas y campos hacia la Patagonia
básicamente en épocas pasadas, pero eran migraciones temporales. Actualmente la
migración producto de lo acumulado en las
fuentes laborales próximas (salmoneras ) es una migración mas permanente
hacia las grandes ciudades de la isla, donde los hijos al terminar estudios
migran hacia otros lugares o ingresan a fuentes laborales locales.
El aumento del
dinero en efectivo de forma mas permanente en una familia (antes el dinero
aparecía en relación con el ciclo ecológico del borde-mar) ha traido un proceso
de consumo trasgresor del equilibrio habitual de las familias.
Los mayores
siguen aun en muchos lugares cultivando la tierra y el mar, pero cada día son menos
debido a que están solos o tienen alguna enfermedad crónica que les
imposibilita dicho trabajo. Los jóvenes están en otra, que es la misma en la
cual está el modelo de país. Sin sentido común.
TERCER MATE
¿ Y que hace la
gente para sanarse?
En sus caminos
de sanación hemos visto variadas huellas. El camino más asfaltado es el de la
salud estatal, de llegada fácil, bonita y barata. Este camino no es exclusivo
en ningún lugar donde hemos estado. Este camino se complementa con la llamada
medicina casera (en la mayoría de los lugares) y la de sanadores propios de
cada lugar o territorios distintos, que son conocidos y reconocidos por los
lugareños.
En las huellas
que nos llevan a los sanadores propios de la cultura nos podemos encontrar
todavía con la protección de su gente, lo que también hace que las personas que
no los conocen no puedan llegar fácilmente a ellos, dejando entrever que
todavía son perseguidos por sus prácticas.
También poco a
poco se están haciendo conocidas las llamadas técnicas de sanación alternativa
y las orientales generando una discusión respecto de su pertinencia. Pero que a
muchos les ha solucionado problemas sobre todo en el ámbito de los trastornos
emocionales y dolencias osteomusculares. Ademas hemos visto que muchas de las
técnicas usadas por estas terapias ya eran de algún modo usadas a nivel
comunitario como los masajes, las ventosas, y las concepciones etiológicas
frio-caliente.
Las prácticas
religiosas católicas en las islas se convierten en otros caminos de sanación y
de promoción de la salud, también la aparición progresiva de la religión
evangélica es ya un espacio también de recuperación de la armonía para muchos.
La gente también
recurre a personas que a través de los naipes y otras técnicas devuelven el
equilibrio perdido sobre todo cuando buscan y encuentran explicación etiológica
a sus dolencias.
Por último, la penetración cada día mas potente de las
cadenas farmacéuticas que con sus estrategias de venta (2 por 1, combos, etc),
son también caminos que la gente usa sobre todo cuando llega a las grandes
ciudades de la isla y aprovecha asi de consultar y otras veces “consumir”
medicinas como curativos o preventivos (“mejor compro ahora, no vaya a ser que
después sea tarde¨). Exitosa estrategia donde hoy son también captadas las
personas sanas además de los enfermos.
De hecho los
enfermos no van a la farmacia, siempre hay una persona sana que consulta por
ellos o ellas. Doble negocio. Aquí se está generando la promoción de la salud
en base a la seguridad de contar con el medicamento adecuado para aquel evento
posible. El Enfoque de riesgo aplicado desde el libremercado.
Esto último la
población rural lo ha internalizado en algunos territorios pues también piden
medicamentos en las postas para prevenir algún episodio futuro que pudiera
ocurrir y “pa’ que no me pille de sorpresa”
CUARTO MATE
¿ Y como el
sistema actual de salud rural oficial está preparado para todo esto?
En las postas de
salud rural hemos visto distintos tipos de modelos de atención, calidez,
calidad y compromiso del equipo y de los Técnicos Paramédicos (TPM) por la
salud de la población.
Dado el perfil
epidemiológico actual de la población, las postas no cuentan con espacios para
conversar sobre temas de las nuevas enfermedades y tampoco cuentan la mayoría
con comités de salud que participen activamente en la adecuación de las líneas
estratégicas.
Las visitas
domiciliares como forma de trabajo no son constantes e incluso en algunos
lugares la gente se queja que el TPM no las hace de buena voluntad, cosa que
también ocurre cuando se le pide a los profesionales del equipo de salud local.
Pero también nos
hemos encontrado con TPM que a pesar de la adversidad en sus condiciones
laborales son comprometidos con la salud de la gente y están dispuestos a
aprender y compartir sus conocimientos con la comunidad e incluso hay algunos
que han aprendido de los sanadores locales técnicas y terapias.
QUINTO MATE
“Doctor vengo
porque siento en los brazos una molestia como calambre y .picazon” Como
hormigueo? - ¿dillimun?, “ Si! , eso es y después me paso a kachi.!¨
“ Yo creo que la
presión me subió por la pena que tengo por la muerte de mi madre hace unos
dias¨
“ Sabe, eso que
me dicen de no debo comer carne para mí no corre, pues aunque yo sea
hipertenso, tengo que alimentarme bien pues hago trabajo pesado todo el dia¨
Estos diálogos
nos muestran que la relación terapeuta-enfermo esta mediada en cualquier
territoriol por componentes de la cultura local. Esta cultura modela las
concepciones de salud y enfermedad que la gente tenga aunque no sea de pueblo
originario. Son multiples las situaciones donde los protagonistas de este
encuentro (terapeuta-paciente) no se entienden y por ende no hay comunicación
ni se construye por lo tanto Salud.
Muchas veces se
interpretan dolencias como síntomas y no como síndromes. Es el caso del Susto
por ejemplo, el cual está presente como etiología en muchas personas que nos
consultan.
CAMBIAMOS LA
YERBA DEL MATE
¿ Y que pensamos
de aquí en adelante?
Se nos viene a
la memoria el caso de un hombre de 47 años que presentaba un tercer episodio de
hemorragia digestiva alta, producto del sangramiento de varices
esofágicas. Estábamos de paso por una
isla y tuvimos que compensar con suero fisiológico en la propia casa del
enfermo, para pasar a buscarlo a la vuelta y trasladarlo al hospital mas
cercano. . La vía venosa colocada por la enfermera y cuidada por la familia y
la auxiliar paramédico, mientras el suero colgaba de un clavo improvisado en el
techo, fueron el gatillante del desarrollo en ese espacio de un modelo de salud
verdaderamente familiar donde todos se comprometieron con la salud del enfermo.
Posteriormente, 8 horas mas tarde, al pasarlo a buscar para su traslado a un
“centro mas complejo¨, el sangramiento había cesado, el enfermo estaba mucho
más tranquilo y consciente de su transgresión, su familia mucho mas activa en
torno al problema y la comunidad vecina participando del traslado hacia la
lancha.
Ese mismo día en
otro sector de la isla otra persona ya mayor (81 años) comenzaba su despedida
de este mundo a manos de un cáncer esofágico. También se le puso una vía
venosa, se converso con el, se le dejaron indicaciones a la familia y la
auxiliar de posta se comprometió a venir a verlo día por medio.
Son innumerables
los casos que dan cuenta de la necesidad de adecuar los servicios de salud
rurales e insulares a la realidad
epidemiológica local y a sus determinantes socioculturales. Esta adecuación
pasa por lo estructural, lo normativo, la priorización pertinente de colocar
aquí o allá una posta de salud o un CECOF. Las decisiones tomadas básicamente
en lo cuantitativo, en la mirada de las personas como objetos numéricos, no son
hoy adecuadas para una buena aproximación a la realidad.
El rol “interventor
técnico-normativo¨ que se desarrolla en los espacios locales dio resultados
para una realidad socio epidemiológica pasada. Hoy es necesario que tanto los
planificadores como los ejecutores de la salud tengan un rol de “interprete y
mediador¨. Esto quiere decir ; interpretar de la mejor forma como la gente vive
en el espacio local su salud y enfermedad y cuáles son los mecanismos locales
para producir salud tomando en cuenta los espacios propios de promoción y
prevención de ella , así como las estrategias terapéuticas propias y sus
dinámicas tranformadoras.
Por otro lado es
necesario desarrollar el rol de mediador entre lo local y el poder del
conocimiento occidental académico, el poder político y el poder económico al
cual están sometidos estos espacios locales. Esto permite generar la
“conectividad de comunicación¨ tan reclamada por algunas comunidades y equipos
más reflexivos en el tema.
Este fogón
necesita obviamente de mayor leña para seguir dándole vueltas al mate. Pero son
las primeras luces en un proceso tan complejo a nivel local y cada día aparecen
nuevos integrantes que con su opinión, su conocimiento y su disposición se la
comienzan a jugar más por la salud de la gente , basándose en el conocimiento
de la realidad y el Sentido Comun de sus habitantes.
Andrea Perez Leyton,
Jaime,
No soy médico, y lo más cercano a lo que estoy a esa profesión es cuando debe recurrir a ellos o cuando me reúno con un viejo amigo que dedica su vida a ello.
Hace unos años tuve la suerte de pasar unas cortas vacaciones en Purén (Región de la Araucanía) donde él se desempeñaba como médico de zona. Esos días tuve la oportunidad de, además de conocer la belleza de la cordillera de Nahuelbuta y su cultura, darme cuenta del fundamental rol que los médicos rurales ejercen en la población. La atención de salud es la parte obvia de su misión, pero el valor está en el interés con que someten su ejercicio profesional en la búsqueda de resultados a largo plazo, el compromiso que generar con sus pacientes y el nexo que hacen con las organizaciones de salud superior.
He leído con gran interés tus artículos, y deseo felicitarte por ellos ya que son un reflejo de total entrega por la responsabilidad médica y social.