En la actualidad cada día existen nuevas y más de esas llamadas religiones, (yo prefiero hablar de personas con comportamientos sectarios) sin embargo, paradójicamente aunque hay más personas buscando de Dios o de algo que las ayude, en la misma magnitud crecen los odios, rencores, mentiras, asesinatos, suicidios e inconformismos. La laxitud de la moral que predomina en la mayoría de los seres humanos, incluyendo por supuesto a los cristianos, aclarando que no me refiero únicamente a los protestantes sino a todo aquel que dice creer en Cristo, hace que surjan cuestionamientos acerca de las bondades de pertenecer a un grupo religioso o no. “He adquirido la convicción de que casi todos eran hombres inmorales, malvados, sin carácter, muy inferior al tipo de personas que yo había conocido (…). Y estaban felices y contentos, tal y como puede estarlo la gente cuya conciencia no los acusa de nada” Lev Nikoláyevich Tolstói
Algunas personas ingresan a una “religión”, por tener inquietudes intelectuales y/o espirituales, incluso por curiosidad; pronto se encuentran atrapados en una dinámica psicológica con difícil salida.
Los líderes o cabezas de estas organizaciones enseñan una doctrina, teoría o dogma utilizando un lenguaje propio con el que manipulan a sus adeptos, creando trampas emocionales con términos y palabras únicas entre ellos, que muchas veces significan algo dentro del grupo y otra cosa fuera de éste, términos como el gran Arcano o gran secreto (utilizado en gnosis y CNC, entre otras), llegan a ocasionar una dependencia psicológica y tergiversar la realidad. Se da una despersonalización; es como si esa líder fuera su otro yo. Esto sucede porque el lenguaje influye en nuestro comportamiento llegando al punto en que no solo comunica sino que también crea conocimiento.
Una persona que introyecte este nuevo lenguaje cree que está aprendiendo algo y solo está llenando de contenido emocional su mente, justificándose en su fe adoctrinada. Advierten que no se debe razonar y todo se debe mirar con el espíritu, la intuición, el íntimo o cualquier otro nombre que se utilice para denominar lo mismo. En la medida que estos grupos crecen dichas doctrinas se convierten en una realidad psicológica social.
Para terminar cito a Kant, autor de la obra “Crítica de la razón pura” en ella expone: “El arte ilusorio de muchos pretende dar a los conocimientos forma de entendimiento. La lógica se usa para la ficción de afirmaciones objetivas”.
Carolina Araujo, Editora-Autora/Abogada/Comunicadora Social
Fernando, el acuerdo o el desacuerdo son solo palabras, teorías, conceptos, lejos están de ser la verdad. Agregó "de la sociedad contemporánea" no he hablado de eso, luego habló de las causas de la misma sin saber si eso es lo que a mí me interesaba que quedara plasmado en la columna. "Laxitud significa: "Cualidad de lo que está flojo o no tiene la tensión adecuada,Conducta libre o relajada, o falta de firmeza de una persona" tanto laxitud como moral tienen significados "subjetivos" que varían entre una y otra persona, la aprobación o desaprobación de su parte vendría a hacer parte de la misma....Ese título abarca mil maneras de abordarlo esa fue solo una, de querer abarcarlo en todos sus aspectos, escribiría un libro. Buen día.
Fernando Edmundo del Cármen Laredo Cárter, Escritor
Estimada Columnista, creo que se desvió del tema del título de su columna, hacia una crítica de la búsqueda religiosa de las personas. La laxitud moral de la sociedad contemporánea tiene múltiples causas, una de ellas es el proceso de demolición implacable al cual las religiones han sido sometidas por los relativistas, ateos, positivistas, y materialistas de todo tipo, de manera tal que las iglesias ya no pueden complir su misión moral y educativa, al quitar a la rectitud su base trascendente, puesta constantemente ne duda. Tal como ud. hace en esta misma columna.
La proliferacion de los vicios como el odio, rencor, engaño, asesinato, suicidio, inconformismo; explica el porque de tantas nuevas variantes provenientes de la iglesia catolica cristiana. Las iglesias cristianas no catolicas, tienen la propiedad de querer ayudar a quien lo permita, encontrando el adepto lo que no consiguio en la catolica. La iglesia catolica, en la cual profeso, deberia de ser reformada, porque su desaparicion muy a mi pesar, va en progresion geometrica.
La palabra de Dios que es la espada del espiritu (Efesios Capitvlvm VI Versicvlvs XVII) se observa con el espiritu y nuestra conciencia acusara o defendera nuestros razonamientos (Romanos Capitvlvm II Versicvlvs XV)