Esta frase de Guy
Kawasaky refleja un pensamiento que para mi está siendo cada vez más relevante
en el momento actual. Es clave el pensar en todas las posibilidades que nos
ofrece la tecnología, las redes sociales y la utilización del colectivo, los
nuevos modelos de negocio digitales. Es importantísimo estar en esta mentalidad
para innovar, para generar nuevos productos y servicios.
Pero (todo tiene un pero
últimamente), es clave que las compañías actúen en “analógico” a la hora de
recordar para qué crean estas innovaciones. Guy comenta que las empresas no
pueden perder de vista que, hacer feliz a las personas, es definitivamente un
objetivo analógico. En mi caso lo interpreto de manera más mundana. El
conseguir un retorno cuantificable de los resultados, más allá de la imagen y
el glamour, es clave para enfocar adecuadamente los procesos de innovación en
la empresa.
Echo en falta iniciativas
en la empresa relacionadas con el aprendizaje corporativo que tengan esa
ambición digital, en el contexto de negocio que viven las empresas. En nuestro
campo se piensa mucho en digital a la hora de hacer el powerpoint de turno, y
demasiado en analógico a la hora de vetar las buenas ideas. La virtud, como todo, está en el punto medio.