El
desierto se presentaba vasto e infinito ante la presencia de las
presencias. Esas entidades fabricadas por la conciencia a partir de lo
real observaban mudos durante horas algún cambio en la tierra hasta hace
poco fértil. Como cual extraña formula inversa de Sherlock Holmes se
hallaban existiendo esperando preguntas que responder y guardando
respuestas a las que enlazar preguntas.
Las
conciencias se miraron cuando otra presencia ajena se acercaba, una de
pelos blancos y alborotados que hablaba para sí mismo más que la media
(al menos para nuestra media), silenciosos ecos que se dejaban sonar
gracias a la nueva condición de la realidad. Sin decir nada preguntó de
nuevo la estancia allí de esos cuatro sonidos con forma que poco o nada
habían aportado a la humanidad. Estos no dijeron nada, pues ya todo se
había dicho décadas atrás y las consecuencias del momento dejaron claro
cual importante fueron. El peliborotado no se quedó satisfecho y exigió
saber por que sus teorías revolucionarias eran tan impactantes como sus
melodías animadas. Estos siguieron hablando en lo abstracto y mostraron
que una pizca de alma compartida podía llevar a un solo hombre bien
lejos de su percepción. Entonces la presencia entendió y comprendió un
poco más su estado de mente y como la de ellos era alma, pero que aún
así sus teorías tenían alma. Alma, quizás esa era la clave que siempre
faltó en algunas formulas de lo estable...
El
desierto se presentó ajeno aún estando siempre ahí. Los cuatro giraron
como muertos extraños y esperaron al siguiente suceso temporal, el cual
no tardaría en aparecer desde su percepción actual, pero sí una
eternidad para nuestra sencilla mente que se llena con complejidades
inmensas. “Todo gracias al alma” concluía una formula en el suelo árido
donde la ciencia se sintió orgullosa.
Este
texto improvisado ha sido inspirado a partir de un disco de otro mundo,
literalmente. “Everyday Chemistry” es un disco de The Beatles oficial
que jamás existió, al menos en nuestra realidad. Dicho así suena a sin
sentido por que sí, pero el “autor” de esta cinta asegura que tuvo el
viaje de su vida para conseguir este inédito disco bastante común en
otra tierra. En su momento lo explico.
Este
artículo va dedicado a The Beatles después de su separación, va sobre
esos discos que sin ser suyos suenan a ellos y que, si le echamos la
suficiente creencia, han sido compuestos por ellos hasta tal punto de
evocar el sonido que solo estos cuatro supieron lograr. Fueron
inimitables, pero a través de extrañas conciencias siguen muy vivos en
la imaginación (o no) del oyente ansioso por más magia beatleiana.
- The Moles:
El
primer grupo al que se le atribuyó el honor de ser The Beatles fueron a
estos. Y no es para menos, coincidencias por la época en que lanzaron
el single, el que no hubieran créditos de autor alguno o un George
Martin (productor de los Beatles) por ahí colado apuntaban a que eran
ellos. Pero la prueba definitiva fue el susodicho single que lanzaron:
Suenan
a The Beatles a más no poder, aunque la voz no coincide pero se le
atribuyó distorsiones como en “I'm the Walrus”. Sea o no de los de
Liverpool es lo de menos, es admirable el como se imita a unos tipos
únicos hasta tal punto que te lo crees. El tema es bueno y evoca esa
sensación que solo gente como Lennon podían plasmar.
Más
tarde se descubrió el tinglado, y el motivo del anonimato era por
escapar de las etiquetas que se les habían infundado a “Simon Dupree and
The Big Sound” con su single “Kitie”, algo de lo que no estaban muy
contentos a pesar de ser un buen tema y querían huir de ese estilo que
se veían obligados a componer con esas manías encasilladoras de la
industria.
Cómo
es el destino que más tarde esta misma banda hizo leyenda por ser de
las pioneras del Rock Progresivo bajo el nombre de “Gentle Giant”, unas
de las mejores formaciones que ha pisado suelo. Se ve que el imitar a la
perfección a The Beatles te otorga parte de su “mojo”. Pues todos a
hacerlo se ha dicho.
- Klaatu:
Pero
este caso fue más conocido aún, una banda canadiense de Rock Progresivo
que hacía las composiciones muy al estilo de los escarabajos en su
época psicodélica. Simplemente escuchen y juzguen:
De
nuevo tenemos asunto de anonimato por extraños motivos, ¿buscaban
llamar la atención al imitar a The Beatles y hacerse pasar por ellos? En
posteriores entrevistas al descubrirse los integrantes estos insisten
en que no, e incluso se enfadan si comentan algo de los chicos ingleses.
Aún así hay demasiadas coincidencias en todo esto, bien recopiladas aquí http://www.klaatu.org/klaatu1.html22
puntos en común para ser exactos, como pueden ser misma discográfica,
un Lennon que en aquella época vivía por Canadá, la voz se parece
demasiado a la de Paul o nombres de canciones y referencias en las
mismas que coinciden con otras de The Beatles. Puede que sean más las
ganas de los fans que encuentran siempre, pero siempre, los tres pies al
gato, viendo cosas donde no las hay hasta tal punto que acaban siendo
ciertas.
Esta banda canadiense acabó por darse a conocer más en su país por éxitos cómo http://www.youtube.com/watch?v=9URM_5R-vWk un tema de sobra conocido en el mundillo por haber sido versionado por The Carpenters.
Sea
o no sea The Beatles, los dos primeros discos de esta banda son una delicia y pasan en muchos tramos cómo algo propio de los cuatro de
Liverpool, haciéndonos más o menos una idea de donde habrían
evolucionado los ingleses si hubiesen seguido en los 70 y decidieran
seguir la moda del Rock Progresivo (más aún).
- The Residents:
De sobra
conocidos en el mundo experimental y avant-garde, estos señores no se
sabe nada de ellos, ¡pero nada! Hasta tal punto que giran alrededor de
ellos decenas de leyendas urbanas. Y como no, una de ellas sobre este
asunto que tratamos. Para quienes no los conozcan, estos señores/as son
realmente introvertidos o anti-mass media, hasta tal punto que en los conciertos llevan máscaras de ojo gigante, sello que les representa y que
viene a la mente cuando se habla de ellos.
Sobre los
rumores, para empezar está la extraña época de cuando comenzaron,
justamente nada más separarse los Beatles, bien. Luego el tema de que su
primer disco parodió la portada de uno de los primeros discos de The
Beatles, re-bien. Esto fue suficiente para que fans empezaran a
especular y difamar rumores por doquier, hasta tal punto que la propia
banda Residents empezó a usar seudónimos parodiando los nombres de los
chicos de Liverpool.
Se
toman tan a broma (y aprovechan) todo esto que desde el día que murió
John Lennon uno de ellos usa una mascara de calavera... aunque algunos
dicen que es porque le fue robada su mascara de ojo, pero precisamente a
partir de la época que murió John, vaya.
A partir de ello crearon el primer mashup conocido de The Beatles, o al menos el primero en triunfar:
Es
curioso, tres bandas que llevamos implicadas de alguna forma y que
acabaron siendo reconocidas en el mundillo (aunque en menor medida para
Klaatu) ¿Fue gracias a qué se les consideró y confundió con la banda
número uno en ventas? ¿O por que cualquier banda que tenga los medios
necesarios para darse a conocer (por muy extraños y originales que sean
estos) puede triunfar y gustar? Difícil respuesta, pero aún así hay mil
conclusiones sobre ello.
- La cinta de otro mundo:
Y
llegamos a lo comentado al principio. En este caso no se trata de una
banda, si no más bien de un... suceso, bastante original y que de ser
verdad tendría mucha lógica, extraña, pero lógica al fin y al cabo.
Según se cuenta en esta página http://thebeatlesneverbrokeup.com/
el propio autor vivió el viaje de su vida con una madriguera de conejo
involucrada (esto me suena...) mientras perseguía a su perro el cual se
escapaba por algún extraño motivo (todo un clásico), el hombre cayó y se
dio un golpe en la cabeza. Cuando despertó, se vio en casa de alguien,
un tal Jonas le había socorrido por verlo en el suelo sangrando y a
merced de un sol de justicia, fue encontrado gracias a que el perro de
nuestro protagonista aullaba y permanecía a su lado.
Pero lo fuerte
viene ahora, es entonces que el herido se da cuenta de pequeñas
diferencias extrañas en esa casa, por lo que Jonas confiesa que está en
una dimensión paralela, en otra realidad a la nuestra. Así que durante
horas hablan de las diferencias de nuestro mundo, explicando el tal
Jonas que en su realidad viajar entre realidades es viable aunque
peligroso, y que muchos por ocio o curiosidad investigan otros mundos.
Llega
el punto mágico de la conversación, la música entre ambos mundos,
coincidiendo en casi todos los artistas, y por supuesto en The Beatles.
Nuestro héroe tiene curiosidad por ver la colección de Jonas, que para
su sorpresa hay discos de los chicos de Liverpool que jamás ha oído
nombrar entre los clásicos que de sobra conocemos. Le aclaran que los
ingleses aún no se había separado y que seguían siendo una maquina de
componer canciones en masa. El autor le pide a Jonas una copia de esos
discos, pero este dice que es imposible, que absolutamente nada puede
salir de una realidad alternativa ya que podría causar extraños efectos
en algún terrible y casual caso.
Que
casualidad que Jonas va a abrir la puerta porque han llamado al timbre
y es entonces que el autor de todo esto se mete entre la ropa la
primera cinta que pilla de los escarabajos rítmicos. Luego come un poco
de comida alternativa donde hay un poco de ketchup morado (no es coña,
el autor lo explica también, simplemente leerlo).
Al final vuelve a
donde estaba cuando Jonas le pide que se vaya por la maquina tan común
de su realidad despidiéndose por siempre. Nuestro protagonista y su
perro marchan entonces a su casa a toda prisa para escuchar a esos The
Beatles que jamás desaparecieron, dando como resultado un extraño sonido
ochentero (que cuela muy bien si estos hubieran compuesto en ese
década, en serio) con mucho toque funky que queda de lujo.
Definitivamente, después de oír ese disco puedo decir que es un disco
Beatles al 100%, que mezcla quizás otras canciones que existen de la
banda pero que logra un resultado excelente muy acorde con la historia
que se cuenta. Si fuese el autor de ello seguiría creando grabaciones
así, porque el resultado es muy bueno y realmente curioso.
Para
todo aquel que quiera escuchar el disco y disfrutarlo repito la
dirección donde descargarlo y leer de primera mano el suceso
interdimensional: http://thebeatlesneverbrokeup.com/
Ahora
dejémonos llevar, vamos a creer que todo esto es cierto, ¿por qué no
puede ser que los propios Beatles para escapar de su pesada fama
hicieran todo esto y luego lo desmintieran poniendo a otros músicos ahí?
Si nos ponemos en su lugar, ellos se hicieron famosos casi desde el
principio, por lo que el disfrutar de un anonimato o el tener las cosas
difíciles cual grupo novel no fueron “disfrutadas” por mucho tiempo.
¿Qué nos dice que no siguieron para poder sacar música de manera normal y
corriente y que esta no fuera considerada obra maestra casi desde el
primer día? El querer el deseo de sentir que un disco vende entre un
público minoritario pero más exigente y crítico en donde poder evaluar
de verdad la música de uno. El buscar salir a un escenario y escuchar
silencio mientras tocas, sin tanta medida de seguridad para que no te
coman una oleada de fans histéricas. El que por una vez desde hacía
tanto tiempo, sentirse de nuevo humanos y vulnerables.
Lo hace Stephen King con Richard Backman, ¿por qué no lo iba a hacer más de un artista famoso que conocemos?
Sean
o no ciertas todas estas leyendas urbanas, si le echamos la suficiente
creencia podemos conseguir una sensación única y apreciar estos trabajos
como si de The Beatles se tratara. Con lo que llegamos a la conclusión
de que un tema si es bueno o malo es muuuy relativo, depende de muchos
otros factores ajenos a la composición, pero eso es otra historia...