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La formación de Recupera Madrid va a llevar a Más Madrid ante la Fiscalía «por falsificación de acta». Al menos así lo han anunciado en rueda de prensa los concejales del todavía Grupo Mixto: Marta Higueras, Cueto y Calvo. No han dudado en explicar que si no optaron antes por denunciarlo se debió a la «delicada situación de la izquierda». Han tenido que ser los insultos y la acusación de tránsfugas lo que ha pesado más para dar el paso definitivo y denunciar.
Sospecho que los concejales esperaban algún tipo de prebenda, perdón o agasajo para ocultar el presunto delito cometido por dirigentes de Más Madrid durante tanto tiempo. De otra forma no se entiende, ni siquiera por proteger a la izquierda que --dicho sea de paso-- no merece ni protección ni reconocimiento y mucho menos los votos en las urnas. Hay disfraces que es mejor no disfrazar, pero sí revelar.Existe una sentencia según la cual una jueza obliga a disolver el Grupo Mixto del Ayuntamiento de Madrid y, para más inri, tiene que pagar el propio Ayuntamiento madrileño las costas. Para Más Madrid «tan solo son tres tránsfugas que lo han sido siempre». Por lo visto deben ser ediles no adscritos y dejar de pertenecer al Grupo Mixto. Para Recupera Madrid, éste no es un partido sino una plataforma electoral ciudadana. No es sorprendente que ese mismo edil insista en que no estaban dispuestos, ni él ni sus compañeros, a seguir aceptando extorsiones, falsificar actas que se elevaron a documento público ante notario, pedir dinero a los cargos, aun sabiendo de la ilegalidad de esa medida abusiva. Algo tienen que explicar en Más Madrid porque no podrán salir por la tangente ni por la gatera, sobre todo sabiendo que Recupera Madrid tiene peritado el documento que se falsificó y elevó a documento público ante notario. Los tres concejales de Recupera Madrid saben que «un pesimista es un optimista bien informado», en palabras de Antonio Mingote. Pintan bastos para Más Madrid.Sospecho que en Más Madrid han engañado a todos: al propio Ayuntamiento, al notario y a los compañeros que no firmaron y cuya firma allí aparece. ¡Manda huevos! que diría Federico Trillo. Y aproximada es la afirmación que hemos soltado muchos cuando hemos leído la información esta mañana en un diario de tirada nacional. Es cierto que teníamos referencia de ello, pero albergábamos algunas dudas porque no habíamos visto antes el documento.Es una evidencia que, ante la comisión de un presunto delito, el alcalde en nombre de la Corporación municipal está obligado a poner en manos de la Justicia si la tal Maestre (Rita), el «patadones» Errejón y la insultadora oficial de la Asamblea madrileña (Mónica García, alias ME-MA) tienen implicación en la trama que tanto agobia a Recupera Madrid. Si se demuestra que hay comisión de delito por parte de Maestre, Errejón y García deberán dimitir, sin más, pero no sin antes explicar el motivo que los indujo a la falsificación y a inducir al notario a incurrir en falsedad documental. Es el momento de comprobar por dónde intenta salir Rita Maestre. Antes de volver a ser rival de Martínez-Almeida tiene que explicar demasiadas cuestiones. Eso si éste no es el final de su nefasta, caprichosa y dictatorial carrera municipal. Solo hay lanzas donde antes había simples cañas. No sé si sabrá defenderse de lo que llama «chorrada», en tanto que los demás hablamos de delito, si se confirma la certeza del peritaje sobre el documento en poder de los tres concejales.Ella, doña Rita, tan dada a pedir explicaciones a los demás, no se va a librar del acoso a que será sometida desde hoy por los medios no vendidos, distintos a las cadenas pagadas y babeantes o a «Lo País». Maestre ha iniciado un camino sin retorno. Ni siquiera le va a servir la táctica de matar al mensajero, insultar al de enfrente y denominar «fascista» a quien difícilmente lo es más que ella. Puede haber caído en el albañal de la corrupción y la podredumbre antes de tiempo.Tras difamar al medio que lo ha publicado en sorbos de jugosa información, urge saber cómo justificará Rita Maestre eso de que lo publicado «es una chorrada monumental».