Por décadas se nos ha advertido de la amenaza que el cambio climático representa para el frágil equilibrio que hace posible la vida como conocemos en el planeta. Se ha estimado que un cambio de apenas un grado centígrado más en la media mundial puede crear inestabilidad en los sistemas hidrológicos, cadenas alimenticias y en general en los ecosistemas de los cuáles la actividad humana depende. Este futuro que parece cada vez más inminente es un problema para toda la humanidad sin distinciones; sin embargo diversos estudios preven que algunas regiones del mundo pueden verse beneficiadas de una temperatura global promedio más alta, en específico países en el norte geográfico del mundo, dentro del círculo ártico. Uno de estos países es Canadá, quien ya se prepara para aprovechar las oportunidades que el cambio climático está poniendo a sus pies, o costas mejor dicho.