En su estancia, allá, en Sonora,cual chachalaca canoraLópez siguió en el asedio,en el pleito sin remedio.Con los que le son contrariosa los que llama adversariosporque piensan diferenteal seguir otra corriente.Tratándolos de enemigosya que no son sus amigos;regando veneno y odioarengando desde el podio.Dichos más y dichos menos,a todos los que nos oponemosa los médicos cubanossobre de los mexicanos.Andrés, entrando en caloresnos llamó conservadoresmandándonos al carajo,vil, cayendo en lo más bajo.Del agitador placeromuy lépero, harto grosero,temblando fuera de quicioperdiendo la razón, el juicio.Blandiendo la mano, el dedo,retador y pendencierocon ojos desorbitados,iracundos, endiablados.Así vi al pejelagartocasi al borde del infartocomo estando en la pulcata. . . la presidencia abarata.Autor: Lic. Gonzalo Ramos ArandaCiudad de México, a 21 de mayo del 2022Reg. SEP Indautor No. (en trámite)